Los antidisturbios cargan contra los taxistas que intentaban derribar las vallas que protegen al Congreso
Agentes de la Unidad de Intervención Policial, más conocidos como antidisturbios, han tenido que cargar este mediodía contra un grupo de manifestantes en la huelga de taxistas que ha intentado derribar las vallas al final de la carrera de San Jerónimo que separaban la zona de manifestación en Neptuno del Congreso.
La carga se ha producido cuando un nutrido grupo de manifestantes ha lanzado bombas de humo y ha zarandeado las vallas que protegían la entrada al Congreso. En ese momento, un grupo de antidisturbios ha creado un cinturón de seguridad para proteger el perímetro, aunque ha tenido que ceder algunos metros.
Instantes después, otro grupo de antidisturbios ha entrado a la calle desde el paseo del Prado y ha cargado en lateral desde la acera, generando una avalancha. Tras la actuación policial, los manifestantes han increpado a los antidisturbios y han coreado ‘somos taxistas, no terroristas’ mientras un ‘speaker’ subido a un camión con altavoces ha gritado por megafonía que no se van a ir hasta que haya soluciones. «¡Queremos que nos vean, no nos van a mover de aquí!», ha gritado, y después ha puesto música épica de fondo.
Unos 4.000 taxistas han participando en la manifestación que el sector organizó para este miércoles por el centro de Madrid, según cálculo de la Delegación del Gobierno en Madrid, una cifra que los convocantes elevan a entre 20.000 y 30.000 asistentes.
La delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, ha facilitado las cifras oficiales de la marcha tras asistir este mediodía a un acto que celebra la Policía Local de Majadahonda. Dancausa ha señalado que, en términos generales, la protesta se ha desarrollado con normalidad, pero con «con algún pequeño incidente que la Policía ha solucionado, como algún lanzamiento de huevos o requisitorias de petardos».
«En términos generales se ha desarrollado con normalidad, han acudido cerca de 4.000 personas y espero que las manifestaciones siempre así, sean tranquilas, pacíficas, que la gente pueda decir lo que quiera pero sin ninguna violencia», ha indicado la delegada.