Adiós a panaderías y peluquerías: la reducción de jornada amenaza el pequeño comercio

El Gobierno de España está impulsando una reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales sin afectar al salario. Aunque esta medida beneficiará a más de trece millones de trabajadores en el sector privado, representa un desafío significativo para las pequeñas y medianas empresas. La reducción conlleva un coste estimado de 42.400 millones de euros para las pymes, desglosado en 11.800 millones por horas perdidas y 30.600 millones por disminución en la producción. En concreto, las patronales de peluquerías, barberías y salones de belleza han expresado su preocupación por el impacto que esta medida podría tener, señalando que podría poner en grave peligro la supervivencia de muchos negocios del sector.

La Alianza Empresarial por la Bajada del IVA, que agrupa a las principales patronales del sector, advierte que la reducción de jornada implicará un aumento del 2,6% en los costes salariales directos, además del incremento del 5% acordado en los convenios colectivos, lo que elevará los costes salariales anuales por encima del 7%. Esto representaría un gasto adicional de más de 94 millones de euros al año para el sector, es decir, cerca de 1.000 euros por autónomo. Además, consideran que esta medida podría llevar a una mayor autonomización y pérdida de empleos, exacerbando la crisis en el sector y afectando negativamente a la recaudación de la Seguridad Social. Las patronales sugieren que la reducción de jornada debería ser abordada a través de negociaciones sectoriales específicas para mitigar estos impactos negativos.

Cómo afectará la reducción de jornada a los pequeños comercios

Los propietarios de peluquerías se verían forzados a incrementar sus propias horas de trabajo para compensar la reducción de jornada de sus empleados. Esto podría resultar en jornadas laborales de hasta 53,5 horas semanales para los autónomos.

Las panaderías, por su parte, podrían verse obligadas a subir sus precios para cubrir el aumento en los costes laborales. Sin embargo, esta subida podría desalentar a los clientes y reducir el volumen de ventas, creando un ciclo negativo que podría llevar al cierre de muchos negocios.

Por lo tanto, la reducción de jornada laboral podría aumentar los costes operativos y salariales, añadiendo presión a sectores que ya están agobiados por altos niveles de carga fiscal. Las organizaciones empresariales han expresado su preocupación por la posible pérdida de empleos y la presión económica que enfrentarán, destacando la urgencia de encontrar soluciones.

Con la reducción de jornada laboral a 37,5 horas semanales, panaderías y peluquerías se enfrentan a un aumento insostenible de los costes laborales. Esta propuesta, que el Gobierno español está considerando, incrementará los gastos salariales en un 2,6% para estos pequeños negocios. Las patronales del sector de la imagen personal advierten que este aumento se verá agravado por el reciente aumento salarial del 5% en los convenios colectivos, elevando los costes totales por encima del 7%.

El impacto económico en las peluquerías y salones de belleza se traduce en un coste adicional de 94,05 millones de euros anuales, lo que amenaza con poner en peligro la viabilidad de muchas pequeñas empresas en el sector. Las panaderías, al igual que las peluquerías, ya enfrentan una situación económica precaria y operan con márgenes ajustados.

Además del incremento en los costes, los propietarios de peluquerías y panaderías podrían verse forzados a extender sus propias jornadas laborales para contrarrestar la reducción de horas de trabajo de sus empleados.

Anteriormente, una reducción similar ya forzó a muchos autónomos a incrementar sus horas de trabajo hasta 52 horas semanales. Con la nueva medida, estos propietarios podrían enfrentar jornadas laborales de hasta 53,5 horas por semana, lo que agrava su carga de trabajo y presión financiera.

Las patronales del sector de la imagen personal y la panadería alertan sobre las consecuencias negativas a largo plazo de esta medida. La reducción de jornada no solo incrementará los costes inmediatos para los negocios, sino que también podría llevar a una mayor autonomización del sector, con pérdida de empleos y disminución en la recaudación de cotizaciones a la Seguridad Social.

Pérdida de empleos

La reducción de jornada laboral a 37,5 horas semanales podría desencadenar una pérdida significativa de empleos en pequeños negocios. Los empresarios, al enfrentarse a márgenes ajustados, tendrían que asumir costes adicionales considerables. El aumento en los costes y la mayor carga de trabajo para los propietarios podrían llevar a una reducción de plantilla.

El impacto de la pérdida de empleos en estos negocios también repercute en la comunidad local y en la economía en general. Las pequeñas empresas son fundamentales para la generación de empleo y el desarrollo económico local. La pérdida de empleos puede incrementar el desempleo y disminuir la actividad económica en los sectores que dependen de estos negocios.

Además, el riesgo de cierre de estas empresas afectaría la recaudación fiscal del Estado, reduciendo las contribuciones a la Seguridad Social y otros impuestos. Es esencial que las autoridades consideren estos factores y busquen alternativas que permitan equilibrar las mejoras laborales con la viabilidad económica de los pequeños negocios.