Abengoa vuelve al borde del abismo: la banca no aprueba la fórmula para sustituir a la Junta de Andalucía
El Gobierno de Juanma Moreno se mantiene en el 'no' a aportar 20 millones de euros para el rescate de la compañía
Abengoa se salva del concurso: encuentra una fórmula sin el dinero de la Junta de Andalucía
La supervivencia de Abengoa vuelve a pender de un hilo: uno de los integrantes del pool de acreedores bancarios de la empresa no ha dado su aprobación a la solución que permitía salvarse del concurso de acreedores sin los 20 millones de la Junta de Andalucía -que mantiene su negativa a aportar- de la que informó OKDIARIO. Las negociaciones continúan frenéticamente y se plantea volver a alargar el plazo, pero la amenaza de la quiebra vuelve a ser real.
Esta solución consistía en aplazar durante cinco años el pago de una cantidad similar, 20 millones, que el grupo (organizado en torno a AbenewCo, la ‘nueva Abengoa’) adeudaba a uno de sus principales proveedores, lo que aliviaba sus necesidades de liquidez y permitía cerrar la refinanciación sin la participación del Gobierno andaluz. En todo caso, se amplió el plazo 15 días más para tratar que la Junta finalmente entrara en el proceso.
Pero esta solución requería de la aprobación unánime de todos los acreedores de Abengoa implicados en su refinanciación. Según fuentes conocedoras de la situación, a última hora una entidad se ha descolgado oponiéndose a esta fórmula, lo cual implica que, sin eso y sin el dinero prometido en agosto por el Gobierno regional de Juanma Moreno, Abengoa estaría abocada al concurso.
Para evitarlo, la compañía y el resto de bancos están tratando de convencer al ‘díscolo’ de que acepte la solución prometiéndole unas mejores condiciones en la refinanciación; en este proceso, cada entidad y cada fondo de inversión tiene fórmulas distintas para convertir su deuda en capital, así como garantías diferentes. En todo caso, todo apunta a un nuevo alargamiento del plazo -cuya segunda prórroga vence este viernes- para seguir negociando.
En el acuerdo de agosto, los bancos acreedores aceptaron asumir quitas del 50% o bien la conversión de esos créditos en capital de AbenewCo (‘nueva Abengoa’). El Santander, principal acreedor de la empresa, es el único que se reserva garantías adicionales que, en caso de ejecutarlas, implicarán una mayor dilución para los demás. Y la banca no solo deben asumir estos sacrificios, sino también poner nuevo dinero: el 30% que no avala el ICO de los hasta 230 millones de nuevo crédito.
La Junta de Andalucía sigue en el ‘no’
Mientras se agota el plazo y el ‘pool’ de bancos trata de pactar una salida, la Junta de Andalucía mantiene su ‘no’ a aportar los 20 millones que la dirección de Abengoa incluyó en el plan de salvamento de la empresa. Fuentes de la consejería de Hacienda insisten en que no tienen ninguna fórmula legal para activar esa ayuda, y niegan que se comprometieran con la empresa a aportar ese dinero.
La aportación andaluza era la clave de bóveda del acuerdo. Tanto los acreedores, encabezados por Banco Santander, como organismos públicos como el ICO (que avalará el 70% de los hasta 230 millones de nuevo crédito que concederán los bancos) o CESCE (que respaldará el 60% de los proyectos internacionales hasta 300 millones) no pretendían cumplir sus compromisos si el Gobierno autonómico no hacía lo propio con el suyo. Como también ha informado OKDIARIO, los bancos no van a dejar caer a las empresas ‘zombies’ para salvar su imagen, salvo que exista alguien a quien poder culpar; en este caso, la Junta. De ahí que hayan condicionado a 20 millones una refinanciación que requiere más de 500 en nueva liquidez.
La propia Abengoa había ligado al dinero andaluz el pago de las nóminas de la plantilla, que acumulan retrasos desde junio. Los empleados llevan tres meses sin percibir la nómina completa y tampoco han recibido la paga extraordinaria de julio. Abengoa va pagando parte de los atrasos cada mes, pero genera otros nuevos con cada nueva nómina, con lo cual la bola de deuda con los trabajadores no para de crecer.
La empresa sostiene ante los sindicatos que, sin ese dinero (que bloquea la concesión del resto de créditos), no tiene liquidez para afrontar el pago íntegro de los salarios. Una situación que provocó una jornada de huelga el viernes pasado en la planta de Sevilla. Ahora, con esta solución, es de esperar que Abengoa se ponga al día rápidamente con los atrasos.
Los minoristas, los grandes perdedores
Los grandes perdedores de esta solución son los accionistas minoritarios de la ‘vieja Abengoa’, la que cotiza en bolsa (suspendida por la CNMV desde el 14 de julio). Como también ha venido informando OKDIARIO, se les plantean dos opciones que son ‘susto o muerte’: en el mejor de los casos, se quedarán con un magro 2,7% de la ‘nueva Abengoa’, AbenewCo, a la que se han traspasado todos los activos y el negocio; y en el peor, lo perderán todo. Algo que es bastante probable, porque basta con que un 4% de los 153 millones de deuda que le imputan a la ‘vieja Abengoa’ (no se sabe por qué) no acepten convertirse el acciones para que esta sociedad quiebre. Y hoy por hoy, es el escenario más probable.
Esto ha provocado la lógica indignación entre los accionistas, porque, además, la compañía considera que esta decisión no necesita ser aprobada en junta general de accionistas. Y para más inri, el presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, la presenta como un «regalo» para los minoritarios, a los que en realidad no les corresponde nada.
A este trato hay que sumar el bonus de 58 millones que el consejo de administración de la empresa se embolsará si tiene éxito el plan de reestructuración, tal como reveló el diario ABC de Sevilla. Lo cual ha provocado que empiecen a organizarse para acudir a los tribunales en un nuevo pleito empresarial que promete ser largo.