El enchufismo en España

La cartera de empleo de los partidos políticos: 100.000 puestos entre empresas públicas y asesores

Casi 1.300 nuevos asesores vienen del PSOE con un coste de 44 millones para el contribuyente

El sector financiero es el que menos se presta ahora a las 'puertas giratorias'

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Sede de la SEPI en Chamartín, Madrid.

El ‘enchufismo’ ha sido el deporte más practicado por la clase política. Pocos altos cargos se han resistido a la utilización del poder para colocar a los suyos e incluso para relanzar la carrera política de amigos, compromisos y familiares directos.

Los presidentes del Gobierno han sido un buen ejemplo. Así, Carmen Romero, ex esposa de Felipe González, fue incluida en las listas electorales del PSOE para conseguir el acta  de diputada. Ana Botella, esposa de José María Aznar, accedió a una concejalía del Ayuntamiento de Madrid y posteriormente alcanzó la alcaldía. Por su parte, Elvira Fernández, Esposa de Mariano Rajoy,  fue fichada por Telefónica cuando ya era alto dirigente del PP y vicepresidente del Gobierno. También está empresa de comunicaciones fichó a Iván Rosa, marido de Soraya Sáenz de Santamaría recién nombrada vicepresidenta del Ejecutivo. Y  Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, sólo tardó algo más de un mes de llegar su marido a La Moncloa en ser fichada también por el Instituto de Empresa.

El nuevo presidente del Ejecutivo, además, acaba de nombrar a más de medio millar de altos cargos, más otra cifra similar que seguirá en los segundos niveles de la Administración Central y empresas públicas, que sustituyen a los nombrados en su momento por el anterior Gobierno. Si los sustituidos son funcionarios, serán relegados a un departamento donde no vean papeles o no puedan pasar información al partido que gobernó anteriormente.

Los nombramientos a dedo no acaban aquí porque sigue el goteo de casi 1.300 nuevo asesores que vienen del entorno del partido y de sus representantes (el Congreso tiene a otros 321 y cada diputado toca ya a casi un asesor) que formarán parte del ejército de cargos de confianza con un coste superior a los 44 millones de euros para el contribuyente y a los que no se exige mérito alguno.

Por ejemplo, la mitad de los que disponía el PP no tenía estudios universitarios, y el nuevo presidente de la Empresa Nacional del Uranio (Enusa) es licenciado en filosofía. Tampoco tiene experiencia en gestión empresarial el nuevo presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, ex jefe de gabinete de Sánchez. En total, los nuevos nombramientos superarán los 4.000.

ste modelo se replica en las 17 autonomías, los casi 8.200 ayuntamientos, el medio centenar de diputaciones y los más de 10.000 entes y organismos públicos, empresas, sociedades mercantiles, agencias y entidades de todo tipo que duplica, triplican o cuadruplican las administraciones. De esta forma, los partidos políticos tienen en sus manos una cartera directa de al menos 100.000 puestos de trabajo. Esta cultura del enchufismo y ‘dedazo’, a la que se ha unido la exageración y las dudas de los datos académicos de muchos representantes, se aprecia incluso en las consultas electorales ya que, al no existir listas abiertas, los votantes tienen que elegir una lista confeccionada por los propios partidos.

Este mal ejemplo de conducta se replica en los estratos de la sociedad. Ocurre en un país en que muchos ex ministros y ex altos cargos aparecen en los consejos de administración de importantes empresas privadas, muchas de ellas privatizadas y que gozan de situaciones de cuasi oligopolio, como ‘abre puertas’ para las relaciones con las administraciones. En este ámbito privado, además, sigue sorprendiendo que los presidentes o consejeros delegados sean quienes designen o autoricen los nombramientos de hasta los consejeros que figuran como independientes. El sector farmacéutico, gran consumo (comercio en general), industria y la tecnología de la información son los sectores del ámbito privado donde más prolifera el networking. Sin embargo, el financiero, el más habitual hasta hace unos años, es el sector en que menos se da ahora el enchufe por el permanente ajuste.

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