El Wolfsburgo, un equipo nacido bajo el calor de la Ciudad del Coche
El Real Madrid no se juega el pase a semifinales de Champions League ante un rival cualquiera. El VFL Wolfsburgo, además de su inexperiencia en estas rondas de competición, tiene la particularidad de haber nacido en la Ciudad del Coche. Este es el primer nombre – en español – que se le dio a un terreno fundado en 1938 con el objetivo de atraer la industria automovilística liderada por entonces por Inglaterra y Francia y que Adolf Hittler pretendía potenciar en su territorio para ayudar así a ahuyentar la crisis que había llegado tras la I Guerra Mundial a Alemania.
La fabricación de un coche sencillo y accesible en precio y capacidad para todos los ciudadanos, el Escarabajo, trajo el auge y el liderazgo mundial de Volkswagen, con sede central en la ciudad de Wolfsburgo y principal culpable de los éxitos del VFL Wolfsburgo, un club que nació en 1945, solo siete años después de la creación de la ciudad, y que en un principio estaba formado por trabajadores de las fábricas.
Un club en sus inicios modesto pero que bajo el calor de esta ciudad automovilística y la inversión de la empresa Volkswagen comenzó a subir categorías hasta llegar a la élite del fútbol alemán en los años 90. La participación de la empresa automovilística compone el 100% del accionariado del club, por lo que el agradecimiento de los aficionados a la marca llega hasta límites insospechados, demostrado recientemente con el enfado monumental hacia el delantero de la primera plantilla Nicklas Bendtner, después de que este colgara una foto en las redes sociales con un Mercedes, competencia directa de Volkswagen en el sector.
Un presidente madridista
Este apoyo de la marca alemana permitió al club mantener sus cuentas saneadas e ir progresando poco a poco hasta su momento cumbre, vivido en la temporada 2008-09, con la consecución de la Bundesliga por encima del todopoderoso Bayern Munich. Los dos delanteros de aquel Wolfsburgo, Grafite y un entonces desconocido Edin Dzeko, fueron los grandes artífices del triunfo.
Por entonces, un español se hacía con las riendas del club germano mediante la vía Volkswagen. Francisco Javier García Sanz (Madrid, 1957) ocupa el cargo de presidente desde 2009, pero su vínculo con el club comenzó en la temporada anterior a la conquista de la Liga. Madridista confeso y amigo de Florentino Pérez, es uno de los pesos pesados del Grupo Wolkswagen, donde ejerce como presidente de la empresa en Latinoamérica, además de ser el presidente del consejo de administración de Seat.
La polémica actual en torno al Grupo Volkswagen debido a ilegalidad de los niveles de contaminación de sus motores no salpicará al Wolfsburgo de manera notoria, tal y como confirmó su presidente, en busca de tranquilizar a una hinchada que veía que el futuro del equipo en el primer nivel peligraba. García Sanz afirmó que la empresa considera su relación con el club como “algo especial” y que además es “una contribución estratégica que va a tener siempre el respaldo adecuado, a pesar de que Volkswagen esté revisando de forma intensa sus gastos”.
Inversión ‘top’ para jugar la Champions
Lejos de quedarse en el camino como una de las grandes sorpresas de la Bundesliga, el Wolfsburgo siguió progresando y Volkswagen aumentó su inversión de cara a poder acometer fichajes que aseguraran el siguiente objetivo del club, consolidarse entre los cuatro equipos más fuertes año a año, y poder jugar la máxima competición a nivel de clubes, la Champions League, en plenitud de condiciones.
Primero las llegadas de Kevin de Bruyne o Luiz Gustavo, y recientemente los fichajes de André Schürrle y Julian Draxler, por los que se ha desembolsado más de 60 millones de euros, confirman una tendencia al alza dentro de un equipo ejemplar hasta ahora en el aspecto económico, siempre apoyados por la industria del coche.
Tras el subcampeonato de Bundesliga en la pasada campaña y la consecución de la DFB Pokal – Copa Alemana -, el conjunto alemán volvía a la Champions League para competir con los mejores y probar el nivel de su plantilla. Consiguieron eliminar en la fase de grupos al todopoderoso Manchester United, y el azar del sorteo se alió con ellos emparejándoles con la teórica cenicienta de las eliminatorias, el K.A.A. Gent, al cual eliminaron para pisar los cuartos de final por primera vez en su historia. Allí espera el Real Madrid, el club más laureado de Europa, un bonito rival para confirmar que el Wolfsburgo que nació con la ‘Ciudad del Coche’ ha llegado a la élite para quedarse.