Vergüenza en Italia: Maignan paró el partido del Milan tras escuchar insultos racistas
El portero del Milan, Mike Maignan, pidió al árbitro que parase el partido en el campo del Udinese tras escuchar insultos racistas
El encuentro se aproximadamente cinco minutos hasta que el francés volvió al terreno de juego después de haberse marchado al vestuario
Episodio racista en Italia durante el partido de la Serie A entre el Udinese y AC Milan. El portero rossonero, Mike Maignan, pidió al árbitro que parase el encuentro tras escuchar insultos racistas hacia su persona por parte de la afición local. El colegiado lo detuvo durante aproximadamente cinco minutos en los que el portero milanés se marchó hundido hacia los vestuarios. Finalmente, el partido se reanudó con la presencia del cancerbero francés.
Los hechos se produjeron en el minuto 25, cuando el Udinese y Milan empataban 0-0. Esa situación evidente de racismo superó a Maignan, que se dirigió al árbitro del partido para exigirle que detuviese el reloj hasta que los aficionados parasen de ofenderle verbalmente. El meta galo le hizo el gesto del mono al colegiado para explicarle el tipo de insultos que estaba recibiendo.
Lamentablemente, este no es el primer episodio racista que se vive en un terreno de juego. Maignan ha sido la última víctima del racismo y, en este caso, los culpables son ese sector de aficionados que lejos de centrarse en el fútbol la tomaron con el portero de raza negra. Rápidamente, los usuarios que se hicieron eco de lo ocurrido se volcaron con el futbolista del Milan en las redes sociales, donde emitieron todo tipo de mensajes de apoyo.
El motivo del regreso al césped de Maignan fue una conversación con sus compañeros, cuando ya tenía incluso los guantes quitados. Dentro del túnel de vestuarios, esta charla le ayudó a pensar nuevamente una decisión que a priori parecía irrevocable y finalmente volvió al terreno de juego poniendo la condición de que si se repetían los insultos acabaría abandonando definitivamente.
Maignan vuelve al césped
El primer aviso se produjo en el minuto 26, cuando Maignan llamó al colegiado Maresca con la intención de notificar un primer insulto contra él. Fruto de ello, la megafonía del estadio pidió a la afición que por favor dejara de pronunciar insultos con tintes racistas al cancerbero rival. Muchos hicieron caso omiso y forzaron la drástica decisión del portero para no seguir jugando.
Maresca respetó su decisión y detuvo el choque de forma provisional en el minuto 33. Tras cinco minutos de parón, Maignan volvió a enfundarse los guantes después de esa conversación en el interior del túnel de vestuarios. La mayoría de sus compañeros le acompañaron para mostrarle su apoyo y, sobre todo, consolarle después de este tipo de episodios que por desgracia no sólo ha sufrido el portero del Milan.