Liga Santander: Valencia - Barcelona

Setién, retratado: 867 pases, 74% de posesión y cero goles

El Valencia tumbó al Barcelona (2-0) en un partido donde los culés tuvieron el 74% de posesión y dieron un total de 867 pases

Quique Setién intentó innovar con tres centrales y Ansu Fati de carrilero pero el experimento fracasó

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Setién protesta una acción durante el Valencia - Barcelona. (EFE)

Quique Setién ganó la posesión y rozó los 1.000 pases en el partido… pero sufrió su primera gran derrota como entrenador del Barcelona. El entrenador cántabro volvió a alinear un once ‘loco’ con tres centrales y Ansu Fati de carrilero diestro y el experimento, como sucedió ante el Ibiza, fracasó. Bartomeu quería un cambio echando a Valverde y fichando al ex del Betis pero, como se está comprobando, la sustitución en el banquillo ha ido a mal… al menos de momento.

Después que desde Barcelona se hiciera un canto a los mil pases vacíos contra el Granada (ganaron contra diez a falta de 15 minutos) y Griezmann rescatara al Barça ante un Segunda B en un partido infumable donde el primer disparo a puerta llegó pasada la hora de partido, Setién se plantó en Mestalla con el cruyffismo exacerbado en mano y buscando justificar su ideario en su primer gran examen como técnico culé.

En sus dos primeros partidos, el Barcelona tuvo más posesión pero menos juego que con Valverde y ante el Valencia iba a ser la prueba de algodón para el ideario de un Quique Setién cuyo marketing le ha servido para llegar al «banquillo de sus sueños». Para afrontar su primer partido de altura, tal y como hizo sin ningún éxito en Ibiza, Setién apostó por tres centrales (otra vez Sergi Roberto) con Ansu Fati de carrilero derecho.

Traducción: al minuto 10 de partido el Barcelona cosechaba casi un 90% de posesión sin tirar a puerta y el Valencia ya había disfrutado de un penalti que falló Maxi Gómez. Pasada la media hora, el equipo de Setién acumulaba 300 pases con el 77% de control, ningún tiro a portería y el conjunto ché había estampado otro balón en el palo y Ter Stegen estaba salvando todo lo posible. Al final, la primera parte se saldó con 465 pases, un 73% de posesión y tres remates a puerta, sólo de los cuales uno fue entre los tres palos y fue una falta de Messi desde 30 metros.

La reacción culé después del gol de Maxi Gómez al regreso de la segunda mitad. Ahí, el Barcelona se olvidó de abusar del pase innecesario y se fue a por el partido traduciéndose esto en un buen número de ocasiones en las que Messi participó en todas. Pero eso fue fogueo, porque mientras el Barça se acercaba a los 1.000 pases en el partido, apareció Maxi Gómez para hacer el segundo y provocar la primera derrota de Setién como entrenador del club catalán. Igual, le queda el consuelo de haber ganado la posesión (acabó con un 74%) y haber realizado un total de 867 pases realizados.

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