Roglic arrebata a Landa el podio del Giro por ocho segundos y Carapaz se corona
Las calles de Verona, escenario donde Óscar Freire se coronó como campeón del mundo en ruta, contemplaron la confirmación de un cambio de orden en el ciclismo. La hora de los corredores latinoamericanos ha llegado con Richard Carapaz derribando la puerta ganando una grande como el Giro de Italia por delante del ídolo del país, Vicenzo Nibali.
Mikel Landa, el sucesor de los Contador y Purito como cabeza del ciclismo español, se quedó otra vez a las puertas de un podio en una grande. En el recuerdo queda aquel cuarto puesto del Tour de Francia de 2017 cuando era gregario de Froome. En esta ocasión, Landa trabajó muy duro para Carapaz durante los últimos días y su renta de 23 segundos sobre Primoz Roglic fue insuficiente para mantener un puesto en la foto final del podio.
Landa se amparaba en su gran momento de forma ante un esloveno que ha perdido sus piernas en la última semana. El mal tiempo de Roglic en el primer punto intermedio –no era líder cuando había ganado las dos anteriores pruebas contra el cronómetro- daba alas al vasco subiendo el último puerto. El de Movistar, sin embargo, no cumplía con las expectativas cediendo 20 segundos con el esloveno.
Había que jugársela en un descenso traicionero y lleno de curvas. Landa quería llegar al anfiteatro romano de Verona perdiendo menos de 23 segundos, iba subiéndose por las paredes en la bajada, pero las rectas de los últimos tres kilómetros le jugaron una mala pasada ante la mayor potencia de Roglic. El esloveno le dejó sin podio por ocho segundos. Una losa más en su maldición en las Grandes Vueltas.
Nibali, quien se tomó con más profesionalidad que nadie la crono final, pudo recortar la ventaja de Carapaz, pero de forma insuficiente. El italiano se quedó a 1:05 del ecuatoriano y ahora se acordará cuando dejó suelto al líder del Movistar en las primeras etapas de montaña. Chad Haga se llevó la última etapa que confirmó un cambio de orden en el ciclismo mundial.