MUNDIAL DE FÓRMULA 1 2025

Red Bull se derrumba: pierde a Horner y a Newey en sólo un año

La escudería británica ha perdido el eje de sus éxitos en apenas un año

Newey fichó en verano del 2024 por Aston Martin y ahora se ha consumado el despido de Horner

Las causas del adiós de Horner: la caída del equipo, el escándalo sexual y la presión de los Verstappen

Red Bull
Newey y Horner durante sus últimos meses juntos en Red Bull. (Getty)

El reciente seísmo que ha sacudido a Red Bull, en forma de despido de Horner, significa la última réplica de un terremoto que lleva activo varios años. Hace tiempo que la escudería británica dejó de ser ese bote en el que todos sus integrantes reman en una misma dirección y se convirtió en una guerra civil con dos bandos que se ha cobrado a la columna vertebral del éxito de Red Bull.

Adrian Newey y Christian Horner formaron un dúo triunfal desde que se integraron en la escudería en 2005. Han sido claves en todos los éxitos mundialistas del equipo. Los ocho de pilotos, cuatro de Vettel y otros cuatro de Verstappen, y los seis de Constructores. Newey ya había abandonado el equipo cuando se consiguieron los últimos títulos de cada categoría, pues se fue a final de ese curso, pero la inercia que dejó fue vital para el éxito.

El conflicto interno de Red Bull, que investigaba un supuesto comportamiento sexual inapropiado por parte de Horner, desembocó en una tensión desmesurada que se cobró a final de la temporada pasada a Adrian Newey, director técnico y gurú del equipo. El ingeniero se sintió incómodo en medio de la crispación existente en aquel momento y decidió dar un paso al lado. Terminó fichando por Aston Martin, donde ya centra sus tareas en el monoplaza de 2026.

Antes de llegar a Red Bull, la mente de Newey fue imprescindible para que Damon Hill se convierta en campeón del mundo con Williams en 1996 y Mika Hakkinen fuera bicampeón en 1998 y 1999 con McLaren, escudería por la que fichó Newey tras Williams. Su marcha de Red Bull ha influido indirectamente en el cese de Horner como jefe de equipo, pues aquella salida fue una pérdida de respaldo para Horner. Claro que su investigación por comportamiento sexual inapropiado colaboró en demasía al desgaste de su figura.

También se suma cierto estancamiento técnico en el actual monoplaza, que ha pasado de dominar a ser el cuarto constructor. Sólo Verstappen ha paliado el descenso de rendimiento del RB21. Con echar un vistazo a la clasificación se entiende. De los 172 puntos totales, 165 llevan el sello del neerlandés que ya ha visto dos rostros diferentes como compañeros. Liam Lawson, que tras dos carreras fue relegado a Racing Bulls, y Yuki Tsunoda, que de momento no ha puntuado.

Horner no ha podido con la sombra de su mencionada investigación, tampoco con el estancamiento deportivo y la salida de su compañero y amigo Newey. Con el despedido de Horner, Red Bull lanza su mayor argumento para retener a Max Verstappen, su mayor activo que atraviesa una situación tensa desde que su padre tuviera los encontronazos con el ya ex jefe del equipo.

Se abre una nueva era en Red Bull de la mano de Laurent Mekies, el encargado de edificar un nuevo equipo tras un derrumbe llevado a cabo a goteo. Rob Marshall, veterano jefe de ingeniería, se marchó a McLaren en 2023; misma dirección emprendió Courtenay una año más tarde y Wheatley a Sauber. El imperio Red Bull se desangra.

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