Real Madrid Vs Atlético: Superderbi
Real Madrid y Atlético de Madrid se disputan una Supercopa de Europa con muchas cosas en juego
Los blancos tienen que ganar para afianzar el proyecto de Lopetegui, mientras que los rojiblancos buscan comenzar la venganza continental
Un duelo que mida al Real Madrid y al Atlético siempre es una buena noticia. Si encima éste llega un 15 de agosto, tras una larga y siempre densa pretemporada y con un título europeo en juego, no tenemos un derbi, tenemos un superderbi. Blancos y rojiblancos se jugarán en Tallin la Supercopa de Europa y alguna cosilla más.
La era Lopetegui vivirá su primera gran noche sobre el césped del A. Le Coq Arena. El entrenador vasco se juega mucho más que un título europeo de menor categoría que la Champions. Comenzar con victoria ante el eterno rival capitalino significaría dar una dosis de confianza y estabilidad a un proyecto en construcción que aprende a vivir sin Zidane y, sobre todo, sin Cristiano Ronaldo. La marcha de ambos cerró el ciclo más dorado en la historia del club blanco desde que se consiguieron cinco Copas de Europa consecutivas entre 1955 y 1960 y ahora, una nueva era con Julen como director echa a andar. Y arrancar saboreando las mieles del triunfo siempre es mejor.
Para ello, Lopetegui se agarra a un Gareth Bale que ha demostrado en esta pretemporada que está dispuesto a ponerse el disfraz de crack que ha portado durante nueve años Cristiano. El entrenador vasco aseguró en la previa del partido que el galés está entrenando como un juvenil y, por lo que ha enseñado en los cuatros amistosos previos a este duelo, está en una excelente forma. Al final, todo se va a resumir en sentir una confianza que perdió con Zidane, aunque nadie debe olvidar que si el Real Madrid va a jugar este partido en parte es por sus dos goles en la final de la Champions ante el Liverpool.
En estas primeras semanas como entrenador madridista, Lopetegui ha demostrado que, por el momento, el traje le queda como un guante. El equipo juega bien, el once está más o menos decidido, está haciendo ver a sus jugadores que la fuerza del grupo puede hacer olvidar a CR7 y ha conseguido controlar alguna crisis como el jugueteo de Modric con el Inter de Milán. Eso sí, si a eso de la media noche los que celebran en Estonia son los rojiblancos, todo lo conseguido hasta la fecha comenzará a tambalearse con el debut liguero en el Bernabéu a la vuelta de la esquina. Y de sobra es conocido el runrún de Chamartín cuando las dudas florecen.
La hora de reinar
En frente, el Atlético de Madrid aguarda con el cuchillo entre los dientes. Simeone lleva esperando una noche como esta demasiado tiempo. Tras ver como la Orejona se escapaba en el 92:48 en Lisboa, deseó que el fútbol le diese una oportunidad de venganza. Esta llegó dos años después de aquella derrota traumática en Lisboa, lo que no sabía es que el destino le tenía preparado otro revés. En esta ocasión no fue un gol en el descuento, fue una fatídica tanda de penaltis la que le apartó de la gloria y, casi, de su andadura en el banquillo rojiblanco. Todavía se estremece algún corazón colchonero cuando recuerda aquella rueda de prensa en San Siro tras la derrota, donde muchos llegaron a pensar que todo se acababa.
Pero el fútbol tiene estas cosas. Le gusta jugar. Y la capital estonia parece el escenario perfecto para comenzar a saldar cuentas. Cuatros batacazos en la máxima competición europea -dos derrotas en finales, una en cuartos y otra en semis- parece difícil de superar, pero el atlético está hecho de otra pasta. Para cualquier rival este sería un título más que si se gana está muy bien y si se pierde la vida sigue, pero para los rojiblancos, con el Real Madrid como rival, es el título. Ganar o ganar es la única opción que contemplan en estos momentos para poder decir alto y claro que no son campeones de Europa, son supercapeones del continente.
Sentimientos a parte y centrándonos en el fútbol, el Atlético pondrá en marcha de forma oficial la temporada necesitado de resultados que escondan su bajo rendimiento en los amistosos previos. El club colchonero ha dado a Diego Pablo Simeone una plantilla a la altura de las mejores de su historia y ahora es tarea del argentino hacer que los Rodrigo, Lemar o Gelson se adapten a un sistema en el que la defensa representa el pilar más importante para el éxito. El último amistoso ante el Inter finalizó con una derrota que no debería preocupar si no fuera por una falta de buen juego y de gol que dejó fría a la parroquia atlética.
Las cartas ya están echadas. Ahora es el turno de ambos equipos de tratar utilizar sus armas para ganar una Supercopa de Europa que es mucho más que un título de verano. El que consiga la victoria saldrá muy reforzado, mientras que el derrotado tendrá muchas cosas en las que pensar y más de una duda que resolver.