Rafa Nadal se estrella contra el muro de Zverev en París
Rafa Nadal se estrelló contra un imparable Zverev en la semifinal del Masters 1.000 de París-Bercy. El tenista alemán derrotó al español en dos sets por 6-4 y 7-5 y disputará la final ante el ruso Medvedev.
No arrancó bien Nadal, endeble con su servicio y con un porcentaje bajo de primeros saques. Demasiados revés cortados y pocos golpes ganadores. Zverev dominaba el juego, más metido en la pista y con la pelota corriéndole más que al genio español. Concedió un break Rafa en el tercer juego y pronto Zverev se puso 1-3 arriba y 0-30 al resto. El alemán parecía tener el primer set muy encarrilado, pero Nadal se sobrepuso en el quinto juego y salvó con sufrimiento el 2-3.
El problema para Rafa Nadal era el servicio de Zverev, sólido como los pilares de la catedral de Burgos. No pudo el tenista español romper el saque del alemán, que amparado en su servicio y en su potente derecha, abrochó el primer set por 6-4 en menos de 40 minutos.
Rafa no encontraba su juego ni la manera de meter mano a un Zverev desatado, inspirado y mandón. El alemán volvió a romper el saque de Nadal en el tercer juego del segundo set y consolidó su break al servicio en el cuarto juego para ponerse 1-4 y dejar más que encarrilado el partido y su pase a la final.
Lo desperdició al fallar una bola de rotura para el 1-4 y permitió a Nadal agarrarse al partido al sellar el 2-3. Sin embargo, el joven tenista alemán se sobrepuso al mazazo y supo asegurar su servicio desde la solidez de su saque después de abortar las dos primeras oportunidades de Rafa de meterse en el partido tras levantar dos bolas de break del manacorí.
Nadal no se rinde
Ya se sabe que Rafa Nadal jamás se rinde. Tampoco lo hizo frente a Zverev y obtuvo el premio a su constancia con un 4-4 a la siguiente bola de rotura. Consolidó Rafa el break con su servicio y se puso 5-4 por delante. Resistió el alemán en el décimo juego del segundo set para poner el 5-5 en blanco con una serie de saques impecables.
Sin embargo, Zverev todavía tenía un comodín de tenis en la manga. Y lo sacó en el undécimo juego del segundo set para romper el saque de Nadal y ponerse 5-6 arriba con su saque para ganar el partido y meterse en la final de París. El resto era coser y cantar, mejor dicho, coser y sacar para el alemán, que abrochó el segundo set por 7-5 y acabó con las opciones de Rafa de meterse en la final en una hora y 39 minutos.