EUROCOPA 2016: POLONIA 1-0 IRLANDA DEL NORTE

Milik se disfraza de Lewandowski y derriba el muro de Irlanda del Norte

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Los jugadores de Polonia celebran el gol de Milik. (AFP)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Irlanda del Norte salió dispuesta a sufrir como la madre de un adolescente que se ha ido de botellón. Cuatro centrales en la alineación inicial –los que hicieran falta para frenar a Lewandowski–, dos laterales, tres centrocampistas y un delantero para disimular. Polonia salió a dominar –no habría podido hacer otra cosa– y el partido se jugó en el área verde desde el primer minuto.

La diferencia entre ambas selecciones era sideral. Hay más talento para jugar al fútbol en un dedo del pie de Lewandowski que entre todos los habitantes de Irlanda del Norte… de varias generaciones. El Príncipe Robert quería penetrar en el área de la Cenicienta, pero había mucho escolta de por medio. Era un asedio como el de los salvajes intentando asaltar El Muro de la Guardia de la Noche.

Milik tuvo en sus botas el 1-0 después de una gran jugada de Piszczek por la derecha, pero se adornó en el recorte dentro del área y su disparo se fue alto. La afición polaca botaba de desesperación, porque caían los minutos pero no caía el gol. Su selección dominaba sin arrasar, sólo por la inercia del espacio que concedía Irlanda del Norte.

Los norirlandeses no se creían que estuvieran 0-0 al filo del descanso en su debut en la Eurocopa 2016. Polonia era un equipo bizco de la banda izquierda y, como Rajoy, sólo atacaba por la derecha con un Piszczek que recordó al de sus mejores tiempos en el Dortmund. Pero entrar en la defensa de Irlanda del Norte era como colarse en una caseta de la Feria de Sevilla sin conocer a algún señorito.

Milik entre los duendecillos verdes

El portero McGovern sacó un trallazo de Kaputska con una palomita espectacular en el 40. Al descanso se escapó viva Irlanda del Norte, pero la alegría duraría poco a los verdes. Empezó la reanudación y Polonia metió una marcha más. Una buena maniobra de Kuba por la izquierda acabó en los pies de Milik que –oh, milagro– sólo estaba defendido por dos norirlandeses. El delantero del Ajax soltó un zurdazo que se coló a la izquierda de McGovern. Polonia derribaba el muro.

El partido se emboscó y hubo alguna entrada más alta que otra. Lewandowski, por ejemplo, se llevó una coz tremenda de Cathcart, que debió ver la roja, pero se quedó en amarilla. A Irlanda del Norte, a falta de fútbol, le quedaba la furia verde. Polonia buscaba el segundo, pero guardando la ropa por si acaso. Pasaban los minutos y los cambios apenas variaban el panorama de un partido feote.

Al final, Polonia no quiso más ni Irlanda del Norte pudo, así que el encuentro concluyó con la victoria por la mínima del equipo de Lewandowski que, por cierto, pasó inadvertido rodeado de hombrecillos verdes.

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