La Policía Nacional quiere el apoyo del ejército para garantizar la seguridad en el River – Boca
La Policía Nacional quiere el apoyo del ejército para garantizar la seguridad en el River - Boca de la final de la Copa Libertadores 2018
Se espera la llegada de entre 400 y 500 aficionados violentos para presenciar el River - Boca de la Final de la Copa Libertadores 2018
Madrid se prepara para vivir un día tan histórico como complicado el próximo domingo. El River – Boca que decidirá al campeón de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu se mezclará con el puente que más gente aglutina en la capital de España al año. Por ello, la seguridad tendrá que ser máxima y la Policía Nacional está preocupada ante la llegada de las famosas barras bravas argentinas. Tanto, que incluso quiere el apoyo del ejército.
A pesar de que habrá desplegados en la ciudad 5.000 efectivos que velarán por la seguridad de todos los ciudadanos, fuentes policiales confirman a OKDIARIO que no verían con malos ojos que unidades del ejército pudieran reforzar el operativo del partido, aunque fuera con carácter disuasorio, porque creen que no va a ser suficiente para una jornada que consideran «extremadamente peligrosa».
La capital se prepara en la jornada del domingo para recibir a miles de aficionados llegados desde Argentina y otras partes del mundo que obligarán a las Fuerzas de Seguridad del Estado a emplearse a fondo durante un día que comenzará a primera hora de la mañana y no se sabe cuando terminará, ya que el mayor riesgo de incidentes aparecerá una vez finalice el encuentro en zonas de la capital más difíciles de controlar como pueden ser estaciones de metro o bares, por ejemplo.
Con 5.000 efectivos no será suficiente
Su labor no sería otra que servir de apoyo en la tarea de la Policía Nacional y la Guardia Civil de garantizar la seguridad. Podrían sustituirles en las labores de vigilancia de objetivos estratégicos para que los Cuerpos de Seguridad del Estado pudieran liberar efectivos y dedicarlos a otros cometidos.
No obstante, parece muy complicado que finalmente el ejército apoye. Hay que recordar que la intervención militar tiene que ser ordenada por el gobierno, curiosamente el mismo que ha permitido que este partido de alto riesgo se juegue en Madrid en la peor fecha posible para la ciudad.