Los penaltis dejan a España sin el oro en el Europeo ante Hungría
España cae en penaltis ante Hungría en la final del Europeo 2020 de waterpolo. La selección fue a remolque ante la favorita y anfitriona, pero dispuso de dos oportunidades en el último minuto del partido para llevarse el oro.
España perdió contra Hungría en la final del Europeo 2020 de waterpolo. Los penaltis volvieron a separar los caminos de la selección y el oro continental, como sucedió hace dos años. Los anfitriones eran los favoritos y, aunque hicieron ir a España a remolque durante gran parte del partido, estuvieron a punto de caer en la última jugada del partido. En la tanda, Granados falló el quinto lanzamiento, que dejó un resultado de 14-13 para los húngaros.
No era un partido fácil para una selección que se ha consolidado como una de las grandes del mundo. Los de David Martín querían su primer oro ante la gran dominadora del waterpolo mundial y pronto se encargaron de demostrar a la anfitriona que la final no sería un paseo, yéndose 3-1 al final del primer cuarto.
Respondiendo a su condición de favorita, Hungría ponía un parcial de 3-0 en la segunda manga, que obligaba a España a ir a remolque durante el resto del partido. Tras el 4-3 con el que se llegó al tercer cuarto, los nuestros consiguieron aguantar a una diferencia de un gol hasta el final, viendo como cada vez que empataban, eran superados de nuevo en la jugada siguiente.
A falta de un minuto para el final del encuentro y con posesión para España, el marcador era de 9-8. Entonces Munárriz puso el tanto que hacía el empate. Hungría no logró aprovechar sus últimas posesiones y estuvieron cerca de ver como se les escapaba un partido que tenían controlado desde el segundo cuarto. Munárriz la mandó fuera y, tras una recuperación a falta de 15 segundos, Nagy, el meta húngaro, evitaba la victoria española.
Los penaltis apartan a España del oro
Con el 9-9 al término del tiempo reglamentario, el Europeo 2020 se decidiría en penaltis. Otra vez la selección española se jugaba el título a la muerte súbita, y otra vez se escaparía. Como hace dos años ante Serbia, España caía en la tanda, por 5-4. Tras convertir los cuatro primeros lanzamientos ambos equipos, Zalanki hacía el quinto para los maguiares, obligando a los españoles a mantener el pleno de aciertos para continuar.
Le llegaba el turno a Granados. En sus manos estaba el mantener opciones de triunfo o colgarnos de nuevo la plata. Bajo palos, en lugar de Nagy -que fue uno de los hombres del partido- estaba Vogel. El lanzamiento, algo centrado, era detenido por el meta, que daba la victoria a los suyos y dejaba a España de nuevo sin un merecido premio.