El partido que se juega en dos estadios

La jornada es tan trascendente para el Atlético de Madrid que sus consecuencias pueden marcar toda la temporada. Porque hoy el equipo no puede bajo ningún concepto asegurar su clasificación para la segunda ronda de la Champions, pero en cambio sí puede quedar eliminado. Para eso es suficiente con que el Oporto le gane al Brujas y los de Simeone no puedan derrotar al Bayer Leverkusen. Sería una debacle económica y deportiva de proporciones bíblicas, pero en la previa en lo que se piensa es en agarrarse al gran estado de forma de Griezmann para sumar el segundo triunfo en el Metropolitano en la fase de grupos.

El Atlético llega al último miércoles de octubre dependiendo exclusivamente de sí mismo, y esa es su gran ventaja. Sin embargo del marcador del Brujas-Oporto dependerá el nivel de resultados que esté obligado a alcanzar porque no es lo mismo estar forzado a ganar en Do Dragao en la última jornada que poder jugar con el comodín del empate. Para eso hay que esperar primero a ver lo que sucede en el Jan Breydel Stadion, donde belgas y portugueses jugarán tres horas antes de que se enciendan los focos del Metropolitano. En consecuencia los de Simeone saltarán al campo sabiendo el resultado de sus principales rivales, aunque en realidad poco importa porque obligatoriamente deben ir a ganar.

Enfrente van a encontrarse con un Bayer Leverkusen que exprime sus últimas posibilidades de clasificación y al que también le salen las cuentas. Si suma los seis puntos que quedan se queda con nueve. Podría ser suficiente si el Oporto pierde en Bélgica, porque en ese caso alemanes, españoles y portugueses llegarían con vida a la última jornada. Rocambolesco, pero posible.

«El partido es una final para los dos equipos. Vamos a dar el cien por cien y vamos a atacar», advirtió ayer Xabi Alonso en la rueda de prensa previa, lo que le abre al Atlético un paisaje radicalmente diferente al que se encontró ante el Brujas. Entonces se topó con un equipo encerrado que sólo venía a por el empate. Ahora se va a encontrar con un rival obligado a ganar porque cualquier otro resultado no le sirve. Es un arma de doble filo.

Simeone ocultó ayer sus cartas en el último entrenamiento, pero en realidad el equipo será muy parecido al que ganó con solvencia al Betis en el Villamarín. Nueve de los once que se alinearon en Sevilla van a repetir esta noche en el Metropolitano. Las dudas son las bandas. Correa y Saúl fueron titulares el domingo, pero De Paul y Carrasco permiten manejar otras alternativas. El Cholo decidirá.

El francés Clement Turpin será el encargado de impartir justicia. No le trae buenos recuerdos al Atlético, aunque en realidad hay pocos árbitros que se los inspiren. En 2018 dirigió la ida de las semifinales de la Europa League ante el Arsenal y dejó a los rojiblancos con diez por expulsión de Vrsaljko…a los 10 minutos. Luego también mandó a las casetas a un indignado Simeone, pero el equipo supo soportar la adversidad y arrancó un empate a uno que luego confirmaría en Madrid con un 1-0 que le pasaportó a la final de la Europea League que le ganaría en Lyon al Olympique. Eso sí, su pasado más reciente con los rojiblancos invita al optimismo: fue el árbitro del triunfo en Oporto la pasada temporada. El Atlético se clasificó, pero Turpin volvió a dejarles con 10 expulsando a Carrasco.