Pablo Laso hace del Real Madrid un fijo en las finales de Liga

Laso
Pablo Laso, durante un partido del Real Madrid. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El Real Madrid confirmó su presencia en una nueva final de la Liga Endesa tras derrotar a Valencia Basket en el cuarto partido de la serie de semifinales de la competición. Una victoria que también confirmó el idilio de Pablo Laso con una competición donde ha logrado llevar a su equipo a la eliminatoria decisiva por quinta vez en otras tantas temporadas al frente del banquillo merengue.

Cuestionado en algunos momentos y ensalzado – merecidamente- en muchos otros, la figura de Pablo Laso está escribiendo una gran página en la historia madridista. Su llegada coincidió con un periodo de irregularidad de la sección, que se veía a años luz del Barcelona y tenía que conformarse con competir con otros equipos como Baskonia o Valencia contra los que no era extraño rendirse. Ni hablar de conquistar la Euroliga, donde llegar a la Final Four se veía como un premio mayoritario y en ocasiones utópico. El Real Madrid no era un grande.

Después de cuatro años sin llegar a la final de la Liga ACB, la llegada de Laso en verano de 2011 trajo debajo del brazo un cambio de estilo, con el contraataque y el divertimento por encima de todo, y el regreso a una eliminatoria por el título doméstico, en la que los blancos cayeron frente al Barcelona, pero demostrando que el proyecto iba por buen camino. 

No tardaría en llegar el primer título liguero de la era Laso, en la 2012-13, con los mismos equipos en la final, los blancos se proclamaron vencedores, dictando sentencia en el quinto y decisivo partido celebrado en el Palacio de los Deportes, con jugadores como Sergio Rodríguez, Sergio Llull o Felipe Reyes, MVP de aquella serie, que ya entonces eran baluartes.

La 2013-14 devolvió el trono a un Barcelona que sorprendió al Real Madrid que encadenaba tres finales seguidas por primera vez desde 1994, y llegaba como favorito tras haber arrasado en temporada regular y levantado el título de Copa del Rey. Esa derrota escoció especialmente a los pupilos de Pablo Laso, que, cayendo en el olvido su gran trabajo previo, estuvo a punto de ser destituido. 

El triplete elevó a Laso a los altares 

Finalmente se decidió -acertadamente- dar continuidad al proyecto del técnico español, que respondía a los muchos que apoyaron el cambio en el banquillo blanco con un triplete dictatorial, incluyendo la conquista de la Euroliga en casa y un título de Liga que supo mejor que nunca, barriendo al Barcelona en tres partidos y celebrando la conquista en el Palau Blaugrana, ante la mirada de un atónito público culé, que tenía que rendirse ante la superioridad del eterno rival.

Por quinto año consecutivo, Pablo Laso ha conseguido elevar al Real Madrid al máximo nivel competitivo y podrá dirigir a los suyos en la final de Liga Endesa con un nuevo reto, defender título por primera vez en 22 años. 

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