Olympiacos 0-0 Barcelona: Champions League

Olympiacos y Barcelona se quedan a cero en un partido terrorífico en Atenas (0-0)

Olympiacos
Messi esta vez no pudo salvar al Barcelona. (AFP)
Pedro Antolinos

Messi no siempre puede salvar los muebles. El Barcelona, como viene siendo habitual, jugó un partido gris en Atenas y no pudo vencer al Olympiacos para sellar el pase a octavos de final. Luis Suárez vivió una noche de terror tras fallar todas sus ocasiones de gol e incluso estrelló el balón en el larguero.

Con la clasificación encarrilada, para el Barcelona se preveía un partido plácido en Atenas pero no lo fue. El infierno griego ya no es lo que fue porque a día de hoy el Olympiacos es un rival apacible para cualquier grande pero a pesar de ello el conjunto culé no pudo vencer. Porque este equipo está a años luz del que lo ganó todo con un Ernesto Valverde que es considerado un héroe en el Pireo. Hace unos días se llevó la ovación de San Mamés, lugar donde fue profeta, y apenas 72 horas más tarde también recogió cariño en el Georgios Karaiskakis. Es lo que tiene hacerlo bien allá por donde vas. Y en el Barcelona de momento lo está haciendo.

Con el pase a octavos en el bolsillo, el técnico tiró de rotaciones y apostó por Mascherano, Semedo y Denis con respecto al equipo que sacó el partido adelante el Bilbao. Tres novedades en el once y Messi. Siempre Messi pero la primera fue de Semedo. El lateral, que quedó relegado en el banquillo después de un buen inicio de campeonato, la rompió dentro del área pero Proto la sacó de puños. Primer tiro a puerta del Barcelona y no habían pasado dos minutos. Un presagio de lo que iba a suceder en el partido.

Pero el Barcelona tardó en crear peligro. Tras una mala segunda parte en Bilbao, donde perdió el balón y eso para el Barcelona es un sacrilegio, los de Valverde tenían la firme premisa de controlar el esférico porque al fin y al cabo eso está en la idiosincrasia del club. El conjunto culé templó el juego y esperó su ocasión ante un Olympiacos algo más animado que en el Camp Nou. Qué tampoco era muy difícil. De hecho, el conjunto griego pidió un posible penalti de Umtiti al cuarto de hora pero el árbitro no señaló nada. Tres minutos después Luis Suárez marcó pero estaba en fuera de juego. El uruguayo tenía una cuenta pendiente por motivos evidentes: ya no marca como antes y eso le come por dentro.

Antes de llegar al 20 llegó la primera gran ocasión del partido para el Barcelona. Jugada en ensayada en un córner, Messi remató y Luis Suárez enganchó un rebote que acabó despejando Broto. El gol se le seguía resistiendo al delantero. La siguiente también sería para Luis Suárez. Y volvía a fallar en el mano a mano. Estaba desesperado. Mientras tanto todo el peligro que podía crear el Olympiacos lo producía el Barcelona. Entre Umtiti y Ter Stegen se liaron dentro del área y estuvo a punto de haber drama.

Media hora tardó en aparecer en el partido Messi y apunto estuvo de armarla tras realizar una buena jugada por la izquierda pero se topó contra Proto. No fue gol pero la jugada bien vale una entrada. Pocos minutos después también lo intentaría desde la frontal pero un defensor se jugó el tipo y bloqueó el disparo. Messi comenzaba a entrar en el partido y lo demostró ejecutando una falta que apunto estuvo de colarse en la escuadra.

El gol del Barcelona pululaba en el ambiente pero Ter Stegen tuvo que aparecer para atrapar en dos tiempos un disparo de Fortounis.  Carcela también la tuvo en sus botas. El Olympiacos estaba mejor en el último tramo de la primera parte. Para pena del Barça, Sergi Roberto se rompió a dos minutos del descanso.

Noche de terror para Suárez

Casi 10 minutos de la segunda mitad para la primera ocasión de peligro del Barcelona tras el descanso. Deulofeu, que entró por Sergi Roberto, apuró banda después de una buena jugada colectiva y el balón se marchó a córner. No acabó en disparo pero al menos llegó porque el Barcelona estaba jugando con una clasificación casi resulta y pensando en el próximo compromiso de Liga. Mientras tanto, el Olympiacos soñaba con el triunfo a la contra. Y a punto estuvo de hacer el primero pero Ter Stegen sacó una buena mano en un tiro envenenado de falta. Los griegos creían que la hazaña era posible.

Pero ahí apareció Messi para meter miedo. El argentino creó una ocasión de la nada, se la cedió a Luis Suárez para que marcara pero se la volvió a ceder y el ’10’ la mandó fuera contra todo pronóstico. Después dio un pase de otro planeta a Jordi Alba pero la jugada acabó en nada. El Barcelona sólo creaba peligro cuando participaba Leo, como suele ser habitual. Luis Suárez volvió a tener una doble ocasión pero tampoco. El uruguayo seguía con su particular guerra con sí mismo.

Todo hacía indicar que el gol del delantero llegaría pronto, por la gran cantidad de ocasiones que tenía, más que nada, pero aún habría más. Entrados ya en la recta final del partido, el uruguayo elevó una balón por encima de Proto que tocó en el travesaño. Ver para creer. Messi también la tuvo en una falta y después con un tiro que despejó Proto pero el cupo de suerte parecía agotado. Otros día venció con la ley del mínimo esfuerzo pero en la noche de Halloween tropezó en un partido terrorífico.

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