Ha nacido una estrella del ciclismo: Van Aert gana la Milán-San Remo
El ciclismo mundial asiste a un cambio generacional imparable. El ocaso de los Froome, Valverde, Gilbert o Nibali está llegando mientras jóvenes insolentes e imparables como Evenepoel, Bernal o Van der Poel han tirado la puerta pidiendo esos galones. El último en unirse a ese grupo de corredores que con menos de 25 años quieren ser cabeza de cartel se llama Wout Van Aert y este sábado dio una tremenda exhibición para ganar la Milán-San Remo, el primer monumento de la temporada.
Este espigado holandés, de 1,87 metros, proviene de la escuela del ciclo-cross y se quiere ganar el apelativo de ciclista más completo del mundo. Camino de ello va, pues en la Classicissima se impuso a uno de los mejores clasicómanos del ciclismo como es Julien Alaphilippe. El galo quería reeditar su victoria de 2019 en este mismo escenario, pero se encontró con un rival que fue más rápido que él en el sprint, una disciplina que Van Aert domina a la perfección ganando diversas carreras en llegada en pelotón.
El holandés fue el único que aguantó el pulso a un Alaphilippe que no suele tener rival en subidas cortas como la del Poggio de San Remo. Sin embargo, Van Aert demostró que su versatilidad le permite aguantar al mejor en los tramos cortos empinados, ganar sprints y hasta sumar triunfos en contrarreloj como demostró el año pasado hasta que una caída en el Tour de Francia truncó su espectacular evolución.
Con sendos triunfos en las dos clásicas más importantes desde el reinicio del ciclismo –la Strade Bianche y la Milán-San Remo–, el holandés se ha ganado por méritos propios un hueco entre las figuras que vienen de las dos ruedas. Ahora queda por saber si será capaz de aspirar a ganar un Tour de Francia o se centrará en las Clásicas. Lo que ha dejado claro, tras vencer en Lungomare Italo Calvino, es que puede hacer lo que se proponga.