Mucho ruido y pocas nueces: Jordi Alba fue titular, pero pasó desapercibido
El lateral catalán pasó desapercibido y no fue ese jugador que brilla en el Barça
Abandonó su carril en el 2-1, aunque un centro suyo provocó el penalti que marcó Sergio Ramos
Jordi Alba regresó a una convocatoria de la Selección. Luis Enrique, que no lo había llamado desde que era seleccionador, apostó por él esta vez y lo hizo de todas todas, pues el lateral catalán entró directamente en el once inicial ante Croacia, ocupando ese flanco izquierdo en detrimento de Gayà, que venía siendo titular con el entrenador asturiano. España arrancó mal, superada por una Croacia que tocaba y llegaba con facilidad a los dominios de De Gea.
Obviamente, la responsabilidad no era del menudo jugador del Barça. En conjunto, a la Selección le costó entrar en el encuentro y Jordi Alba también lo notó. No se le vio tan incisivo como acostumbra por el carril izquierdo, pues tenía que estar más pendiente de defender que de atacar y ofrecer soluciones ofensivas. Para más inri, dio el susto en el minuto 20 de partido. Se le vio cojear en varias ocasiones y parecía tener problemas en el tobillo izquierdo, pero afortunadamente la dolencia no pasó a mayores y Jordi Alba pudo continuar sobre el terreno de juego.
Pasada la media hora de la primera mitad, empezó a encontrarse sobre el césped España. Buena parte de culpa la tuvo Jordi Alba, que empezó a subir más la banda y a jugar casi como un extremo por momentos. Pero al combinado dirigido por Luis Enrique le seguía costando mucho crear peligro porque Croacia estaba muy bien cerrada.
Ya en la segunda mitad, cuando mejor estaba la Selección, llegó el error de Sergi Roberto y el gol de Kramaric, aunque Ceballos empató enseguida tras una gran combinación con Aspas e Isco. No lucía Jordi Alba en exceso, pero al menos mantenía la concentración en defensa hasta que en el minuto 68 se despistó y dejó su banda descubierta y Croacia hizo el 2-1 por medio de Jedvaj, que remató sólo un centro de Modric. Lo enmendó con un centro raso que provocó el penalti que marcó poco después Ramos para igualar de nuevo la contienda. Siguió subiendo e intentando hacer daño por su costado, pero no fue un partido brillante de Jordi Alba. En la la jugada del 3-2, sin ser culpable, tampoco estuvo rápido para cortar el disparo de Jedvaj.