Moha, la pantera de Valdebebas
Mohamed Airam Ramos Wade, no olviden su nombre. Más conocido como Moha por los campos de la Ciudad Real Madrid, es una de las sensaciones de La Fábrica. El meta de 16 años ha llegado al Juvenil A de José María Gutiérrez ‘Guti’ debido a las lesiones de Belman y Darío, los dos porteros que estaban llamados a ocupar la meta del segundo filial madridista esta temporada en el campeonato doméstico, ya que la UEFA Youth League es para Luca Zidane, y ha demostrado que el arco del primer Juvenil le queda como un guante.
También es internacional con las categorías inferiores de la selección española, donde ha compartido equipo con varias de las promesas que crecen en La Fábrica. Recientemente se enfrentó al Juvenil A de Guti con la Sub 17 en Las Rozas.
Gracias a su 1’88 metros —todavía podría sumar algún centímetro más— se ha adaptado perfectamente a la casa blanca desde que llagase en el verano de 2014 para ingresar en el Cadete A. Los que mejor le conocen aseguran que «es el dueño de Valdebebas». Y es que el canario está feliz en el Madrid. Moha está «muy agradecido» al Real Madrid, que se ha preocupado por su bienestar desde que le fichó.
Sus buenas facultades bajo los palos y su impresionante físico le han llevado a ir ascendiendo por los diferentes conjuntos de Valdebebas hasta alcanzar el primer Juvenil. Además, Zinedine Zidane ya se ha fijado en él y le subió a entrenar con el primer equipo el pasado 3 de noviembre, tras jugar el conjunto madridista con el Legia Varsovia. El día de antes, Moha estuvo en Polonia disputando la Youth League y de vuelta a Madrid el propio Guti fue quien le comunicó que se entrenaría con los mejores del mundo.
Su entorno asegura a DIARIO MADRIDISTA que los jugadores le «acogieron muy bien», tal y como se pudieron ver en las fotos que el propio portero se sacó con Marcelo, Modric y Sergio Ramos.
Un jugador bajo palos
Moha comenzó su carrera en el UD Longuera, un equipo de Santa Cruz de Tenerife, aunque para sorpresa de muchos, sus primeros pasos los dio como jugador de campo, hasta que en un partido disputado en Santa Ursula el fútbol perdió un jugador y al mismo tiempo ganó un guardameta. El Longuera no tenía portero y Moha tuvo que ponerse bajo los arcos. Su físico —siempre fue muy alto y fuerte— le convertía en un arquero muy completo. Pronto empezó a despuntar y fue citado por la selección de Tenerife.
Sus buenas maneras bajo palos no pasaron desapercibidas en la isla y el C.D. Tenerife le fichó, aunque volvería al club donde estuvo siete años y medio para disputar media temporada ante jugadores más mayores que él. Después, en el club chicharrero se formó dos campañas hasta que Sixto Alfonso, el ojeador del Madrid que llevó a hombres como Jesé Rodríguez o Cristian Cedrés a Valdebebas, se fijó en él y se lo llevó al Real Madrid. Moha tiene mucho cariño a Sixto y asegura que «con él empezó todo».
CONTIGO EMPEZÓ TODO, simplemente Gracias!! ❤️⚽️ @Meleguino pic.twitter.com/k0VSpQ9Ley
— Moha Ramos (@moharamos25) 3 de noviembre de 2016
Sus más allegados destacan de Moha «sus cualidades para jugar con el pie». También, en lo personal afirman que «está en una nube, pero nunca pierde la humildad que le ha llevado a donde está». Siempre que puede se escapa a su tierra y hace una visita al club donde comenzó, allí se comporta como uno más y suele llevar regalos como guantes o camisetas.
Moha, arropado por sus padres, tiene un futuro muy prometedor. Su padre estuvo en Madrid hace pocas semanas presenciando el 6-1 que endosó el Juvenil A al Atlético de Madrid. Esta pantera de sangre canaria y senegalesa, por su lado materno, está derrumbando parada a parada la puerta del Real Madrid.