REAL MADRID VS JUVENTUS: FINAL DE LA CHAMPIONS

El ‘método Zidane’ nació con Queiroz

Zidane
A la izquierda Zidane como entrenador del Real Madrid y a la derecha Carlos Queiroz.
Iván Martín

Mónaco, contigo empezó todo. Así se puede explicar la carrera de entrenador como Zidane. De alguna manera se puede decir que el 6 de abril de 2004, en el estadio Louis II del Principado y en unos cuartos de final de la Champions League, el técnico campeón de Europa y de Liga se dio cuenta de que si algún día se sentaba en un banquillo sabía lo que no tenía que hacer.

Poniéndonos en situación, hablamos de la eliminatoria que enfrentó al Real Madrid de Carlos Queiroz ante el Mónaco de Morientes. Un equipo llamado a ganarlo todo que terminó asfixiado, sin títulos y con la sensación de que se había perdido una oportunidad única para conquistar el triplete.

La escuadra dirigida por el entrenador portugués, un bloque donde jugaba Zidane, arrasó en el comienzo de temporada. Parecía que ningún rival le podía plantar cara. Con un equipo de ensueño, era el primer año de Beckham y un Madrid de los galácticos que nunca llegó a despegar, todo estaba saliendo a la perfección. Una mezcla de Zidanes y Pavones que aquel año murió. Y su funeral comenzó un 17 de marzo en el estadio Olímpico de Montjuic cuando se perdía la final de la Copa del Rey ante el Zaragoza. Ya nada sería igual.

Poco a poco se fue tirando por la borda la ventaja cosechada en la Liga y en Mónaco se esfumaron las opciones de ganar la Copa de Europa. La temporada acabó con el Madrid cuarto en la competición doméstica, cayendo en el Bernabéu ante el Barcelona y sin oxígeno. Y es que, eso es lo que le faltaba a aquel equipo diseñado para la gloria: energías.

Cuentan que en el descanso de aquel Mónaco-Real Madrid, con los blancos ganando 0-1, una ventaja que sumado al 4-2 de la ida parecía definitiva, Zidane se acercó a su compatriota Giuly y le dijo «tío, estamos fundidos». En la segunda mitad los locales terminaron dando la vuelta al partido y a la eliminatoria con un 3-1 que todavía despierta pesadilla en el propio Florentino Pérez. Al Madrid no le quedaba ni una sola gota de gasolina. Todo acabó con una goleada de la Real Sociedad en Chamartín.

El entrenador francés también tiene muy presente aquel curso donde Queiroz ni tenía, ni usó el fondo de armario. Zidane ha hecho referencia a aquella temporada en alguna ocasión en rueda de prensa. Le marcó aquel año. Nunca más ganaría un título con el Real Madrid después de lo sucedido y, quién sabe, si su prematura retirada se empezó a fraguar en ese momento. Como si de un trauma se tratase nunca lo ha olvidado, aunque sí lo ha superado.

Ahora, Zidane está a 90 minutos de hacer lo que no ha hecho nadie. La Liga ya está en las vitrinas y sólo la Juventus le separa de ganar la segunda Champions de forma consecutiva. Y todo esto, con dos equipos. Hay quien dice que uno es el A y otro el B, pero es casi mejor calificarlo como una plantilla extraordinaria que ha conseguido enchufar hasta el final. Y es que, 20 jugadores han superado los 1.000 minutos en la Liga. Zizou aprendió aquella lección que sufrió como jugador y ha convertido las rotaciones como la fórmula del éxito. Y visto lo visto, parece que no le ha ido mal. Zidane no es hombre de tropezar dos veces con la misma piedra.

Lo último en Deportes

Últimas noticias