Luis Enrique está pensando dimitir si gana el doblete
OKDIARIO adelantó el pasado 18 de abril que el Barcelona destituiría a Luis Enrique si el equipo confirmaba su caída libre y acababa perdiendo la Liga. A falta de una sola jornada, los azulgranas tienen el título en sus manos. Una previsible victoria este sábado ante un Granada que no se juega nada daría el campeonato al Barça, que la próxima semana disputará la final de Copa ante el Sevilla.
A dos partidos del doblete, Luis Enrique está pensando en dar un portazo al Barcelona, presentar la dimisión y abandonar el banquillo del Camp Nou. Puede que la decisión sea difícil de comprender para cualquier persona normal, pero el asturiano es cualquier cosa menos una persona normal.
La temporada pasada el técnico azulgrana estuvo cerca de marcharse del Barcelona después de lograr el triplete. Fue el propio Josep María Bartomeu, presidente del club azulgrana, quien convenció al entrenador para seguir en el banquillo de Can Barça, entre otras cosas, porque una espantada de Luis Enrique habría sido un lastre demasiado pesado para el candidato Bartomeu en su guerra electoral contra Joan Laporta.
Este verano la historia puede repetirse. Luis Enrique no está cómodo en el Barcelona, especialmente con alguno de los futbolistas intocables de la plantilla azulgrana. ¿Sus nombres? Leo Messi y Neymar. Es de sobra conocido el enfrentamiento abierto entre el entrenador y el crack argentino tras la suplencia de éste en Anoeta la pasada temporada. Después de aquella derrota Messi llegó a pedir al presidente Bartomeu la cabeza de Luis Enrique, pero el dirigente le convenció para esperar a final de temporada.
Una dimisión interruptus
Con el triplete en el bolsillo, más los tres títulos internacionales de esta campaña, Luis Enrique y Messi firmaron el armisticio. Pero el problema esta temporada ha sido Neymar. El brasileño se enfadó con su entrenador porque el asturiano pidió al Barça que le prohibiera jugar la Copa América y los Juegos de Río, así que la respuesta de Neymar en el campo y en los entrenamientos ha sido el pasotismo.
Pero, además de los cracks, a Luis Enrique le molesta también la prensa de Barcelona. El técnico asturiano se considera el muñeco del pim, pam, pum de los diarios de la Ciudad Condal y está harto del trato que él considera injusto por parte de la prensa azulgrana.
Enfrentado con la prensa y distanciado de Messi y Neymar, Luis Enrique le da vueltas estos días a qué decisión tomar: quedarse una tercera temporada en el Barcelona donde todo podría saltar por los aires o hacer lo que hizo Guardiola: marcharse y tomarse un año sabático.