“Lo del árbitro ha sido una vergüenza”
El empate logrado por el Real Madrid en el Clásico fue motivo de celebración en el seno del club por varios motivos. El empate en el último minuto de Sergio Ramos y mantener al Barcelona a seis puntos logran sacar una sonrisa a jugadores y directivos, que sin embargo, no olvidan ni perdonan la actuación de Carlos Clos Gómez en el Camp Nou.
No por esperado es menos doloroso que el colegiado designado para pitar el Clásico perjudicara al Real Madrid en un Clásico en el que, si Clos hubiera señalado alguno de los cuatro penaltis que reclama el conjunto madridista, el resultado habría sido, con casi total seguridad, distinto y mucho más favorable.
«Nos da más miedo Clos Gómez que Messi», ironizaban en el vestuario del Real los días antes del partido, y a pesar de la aparente exageración de estas declaraciones, el colegiado del encuentro acabó siendo más determinante para el Barcelona que el cuatro veces Balón de Oro. Se puede anular al mejor jugador del rival, pero no a un árbitro que no ve cuatro penaltis. «Lo del árbitro ha sido una vergüenza». El discurso, sin duda, ha cambiado.
El gol de Luis Suárez, que también debió ser anulado por fuera de juego, se entiende que es muy justo y puede ser un error aceptable por los jugadores del Real Madrid, pero respecto a los penaltis, sobre todo el de Mascherano sobre Lucas Vázquez en el que Clos está en posición inmejorable para ver el claro derribo, no hay duda ni compasión que valga.
«Si no nos vuelve a pitar este tío, mejor», claman desde el vestuario y esta vez sin ningún atisbo de ironía. La indignación con Clos Gómez es máxima y el hecho de que no sea la primera, ni la segunda vez que perjudica al Madrid no hace sino incrementar el enfado de jugadores y cuerpo técnico, que han estado una semana preparando con delicadeza e intención un partido que les podía acercar a la liga, pero se encontraron enfrente con una figura que estuvo a punto de colaborar a una victoria del Barcelona. Menos mal que apareció Ramos.