¿Quién ha engañado a quién en la operación James?
Teóricamente la marcha de James Rodríguez del Real Madrid al Bayern de Múnich ha dejado muy satisfechas a las partes implicadas, pero ¿a todas? El colombiano, que deseaba salir del equipo blanco por todos los medios y no acudir a la pretemporada a Los Ángeles, se salió con la suya sobre la bocina. Mucho se hablará de una operación atípica que llevará al mediapunta cedido dos años a Alemania.
James, sin duda, es el más beneficiado de todo. Sonríe por volver a los brazos de Carlo Ancelotti –el último entrenador con el que rindió a gran nivel– y tener oportunidades en un aspirante a campeón de Europa como Bayern de Múnich. El club bávaro obtiene talento inmediato prácticamente a precio de saldo y podrá exprimir años de máximo rendimiento del jugador de 25 años.
La marca deportiva Adidas también puede esbozar una gran sonrisa tras ver cómo uno de sus jugadores referente –el futbolista con el tercer contrato de imagen más alto– vuelve al primer plano del panorama internacional y en un club donde ellos son los máximos jerarcas. Adidas tiene su sede central a pocos kilómetros de Múnich. Su mediación en la operación ha sido fundamental para que dos gigantes como Madrid y Bayern hayan llegado a un rápido entendimiento.
Por su parte, Jorge Mendes consigue mover a uno de sus jugadores más infrautilizados y conseguir de paso un pellizco por la mediación en el asunto. El agente portugués deseaba sacar a su jugador de la entidad blanca tras ver cómo su valor había caído en picado en los últimos años.
James, un descarte de Zidane
El Real Madrid, sin embargo, se ha quitado de encima la elevada ficha de un futbolista que no entraba en los planes de Zinedine Zidane, como demuestra que ni fuese convocado para la final del Champions. El club presidido por Florentino Pérez se ahorra 16 millones de euros de ficha del jugador –que pagará íntegramente el Bayern–, ingresará 10 millones por los dos años de cesión y además podría conseguir otros 35,2 millones de euros en concepto de traspaso si el Bayern finalmente decide quedarse con el jugador en el verano de 2019. Unas cifras cuestionables si tenemos en cuenta que al club blanco habrían llegado mejores propuestas –como la del Manchester United–, pero que los blancos desecharon.
James Rodríguez tiene ante sí un gran desafío por delante en un Bayern de Múnich que es un club tan exigente como el Real Madrid. Más le vale mostrar su nivel de la primera temporada de blanco o las críticas lloverán en el Allianz Arena. El Real Madrid se ha quitado un descarte de encima, aunque el precio seguro que no ha dejado contentos a todos los aficionados.