Se operó cuatro veces y dejó a su equipo de toda la vida para irse a un satélite

La historia de superación de Marc Márquez para volver a ganar

Dejó el Repsol Honda y al equipo de su vida tras 11 años con ellos en MotoGP en los que ganó seis títulos

Pasó cuatro veces por quirófano para solucionar los problemas del brazo y se fue a un equipo satélite para volver a disfrutar

Marc Márquez arrasa en Aragón y vuelve a ganar 1.043 días después

Marc Márquez
Marc Márquez celebra su victoria en Aragón. (Michelín)
Miguel Zorío

Marc Márquez ha vivido un auténtico calvario en estos 1.043 días hasta volver a lograr una victoria. Detrás de este triunfo hay una historia de superación enorme que cuenta cómo un ocho veces campeón del mundo ha sido capaz de reinventarse y romper con todo para volver a ganar. Desde su último título en 2019, el 93 ha pasado cuatro años de infierno por las lesiones hasta que tomó la difícil decisión de abandonar el Repsol Honda.

El ilerdense tomó la decisión de marcharse del equipo de su vida, en el que había estado 11 años, con el que subió a MotoGP y con el que ganó los seis títulos de la categoría reina. Creció con ellos y se convirtió en uno de los mejores de todos los tiempos con ellos. Pero eso cambió tras su fatal accidente en Jerez 2020. La lesión en el húmero derecho supuso un antes y un después en su carrera deportiva.

Aquella lesión trajo mucha cola. No se terminaba de recuperar y tuvo que pasar hasta cuatro veces por quirófano para terminar con el problema. Al final viajó a la clínica Mayo en Minnesota, Estados Unidos, para una cuarta y última operación que le permitiera volver a disfrutar de su pasión. Como le dijo a Honda en su día, «esto no es por placer, esto es para ganar. Yo quiero volver arriba con vosotros, pero si no es con vosotros me buscaré la vida».

Por desgracia, los problemas de HRC y las constantes caídas obligaron a Marc Márquez a buscarse la vida. Entre sus planes estaba la retirada, pero al final optó por la opción de dejar el Repsol Honda para irse a un equipo satélite como Gresini, que en esos momentos era el cuarto equipo de Ducati, con muchos menos recursos y ganando mucho menos que en Honda. Viendo lo feliz que era su hermano Álex con ellos optó por seguir su mismo camino y marcharse con ellos.

Se dijeron muchas cosas en aquel momento, incluso que Ducati no le quería, pero Gresini tenía claro que quería apostar por el ocho veces campeón y le esperó hasta el final. Márquez se tomó su tiempo hasta que decidió renunciar «a muchas cosas que pesan mucho a mi corazón para intentar estar los máximos años posibles disfrutando de mi pasión» y volver a ganar. «Por eso he dicho que esta victoria es diferente y pesa, porque he renunciado a mucho. He renunciado al equipo de mi vida, a mis amigos aquí dentro y lo he luchado. Sé que estarán felices. He luchado mucho y lo seguiré haciendo», señaló el español tras conseguir la ansiada victoria tres años después.

Un sacrificio para volver a ganar

Para Márquez no fue nada fácil tomar esta decisión. En el brazo tiene una cicatriz que le recordará toda su vida el sacrificio que hizo para volver a estar en lo más alto. Irse a Gresini no le aseguraba volver a ganar, primero había que ver si no se le había «pasado el arroz», como dijo él. Pero el que pensara eso es que no conoce a Marc. Es un luchador y como tal hizo todo lo que estaba en su mano para volver arriba.

En cuanto se subió a la Ducati en Valencia, él mismo vio que no se había olvidado de pilotar. Los jefazos del equipo italiano alucinaron al ver lo rápido que iba nada más subirse a la Desmosedici. En sus primeras vueltas ya había firmado el mejor tiempo. Hasta Tardozzi alucinaba con él. Estaba claro que el mago de Cervera todavía tenía algún truco guardado e iba a dar guerra esta temporada.

Rozó la victoria en varias carreras, pero siempre daba al palo hasta que por fin ha acabado con esa sequía en Aragón, un circuito que se le da bastante bien. Y lo hizo siendo muy superior al resto durante todo el fin de semana. Sus sensaciones eran tan buenas que decidió no salir en el warm up por el agua que había en pista, ya que después no iba a llover y para la hora de la carrera la pista ya estaba seca. 1.043 días ha tenido que esperar, pero el sacrificio que hizo por fin tiene su recompensa. Marc Márquez está de vuelta.

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