Hanfmann, el tenista ‘sordo’ que se cruza en el camino de Nadal en Australia

La segunda cita de Rafael Nadal en el Open de Australia es con Yannick Hanfmann, tenista alemán alejado del top 100 –actual número 126– y que pese a su veteranía –30 años cumplidos el pasado noviembre– no se ha prodigado demasiado entre los mejores. Sin embargo, la suya es una historia de superación que surge desde un problema congénito de audición que hace que tenga sólo un 60% en cada oído, limitándole para ciertos aspectos de la vida y también para el tenis, aunque él mismo ha reconocido que es un deporte en el que no le perjudica sobremanera.

«A veces, es una ventaja en la pista», bromeaba en el pasado el tenista teutón. «No escucho mucho lo que está pasando, pero no creo que en el tenis sea una gran desventaja. Para mí todo es como un ruido a excepción de cuando se grita mucho y creo que este lunes podré apreciar la atmósfera que se cree en la Philippe Chatrier», refiriéndose a su primer –y único– enfrentamiento con Nadal, en Roland Garros 2019.

El resultado, 6-2, 6-1, 6-3, dejaba constancia de la superioridad manifiesta del mejor tenista de todos los tiempos en tierra batida, como constataría días después con su duodécimo título en París, pero Hanfmann afronta su segundo duelo con Nadal de otra manera, con más opciones y una pista favorable a sus tiros, potentes y equilibrados, desde el fondo de la cancha. Su envergadura –193 centímetros y 86 kilos– así lo explica. Es un tenista que cuando coge el ritmo puede ser muy peligroso.

Hanfmann es un habitual en torneos Challenger y previas de Grand Slam, modo desde el que accedió al Open de Australia 2022. El bagaje acumulado en Melbourne, con cuatro victorias ya en el torneo incluyendo la primera ronda ante Kokkinakis, hacen peligroso a Yannick, que llegó tarde al circuito porque no quería dejar pasar la oportunidad de estudiar una carrera en Estados Unidos, relaciones internacionales, y ahora llega a Australia con la vitola de veterano y víctima propicia de Nadal, aunque quiere dar la sorpresa y volver asegurar que su problema de audición no es ningún impedimento para llegar a lo más alto.