Hamilton gana: su enemigo Masi corre peligro
A falta de carreras que echarse a la vista, y a la espera de que arranque la ronda de presentaciones de los nuevos coches, el interés de la Fórmula 1 durante este largo parón invernal sigue centrado en la guerra fría que mantienen la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y Mercedes. En la escudería germana todavía escuece con fuerza el desenlace del último Mundial y Lewis Hamilton sigue sin abrir la boca desde que Max Verstappen le bajó del trono mundial. Ni siquiera para aclarar si su carrera deportiva sigue.
En el epicentro de esta culebrón con olor a gasolina figura Michael Masi. El director de carrera de la F1 marcó el Gran Premio de Abu Dabi con sus decisiones, loadas por unos y criticadas por otro, sobre todo por Mercedes, que ya estaba descorchando el champán cuando Verstappen protagonizó su histórico adelantamiento en la última vuelta.
El último capítulo lleva la firma de uno de los gerifaltes de la FIA, que por primera vez ha puesto entredicho el futuro de Masi. Concretamente, se trata del director ejecutivo de monoplazas, Peter Bayer, que ha alabado el trabajo del australiano, pero sin garantizarle el puesto. «Michael hizo un excelente trabajo en muchos sentidos. Así se lo dijimos. Pero también existe la posibilidad de que haya un nuevo director de carrera», ha advertido.
Independientemente del destino de Masi, en la FIA tienen claro que el puesto de director de carrera aglutina demasiado poder y planean trocear sus labores entre varias personas. «El director de carrera también es director deportivo y delegado de seguridad. Es demasiado y esos roles se van a dividir entre varias personas», ha avanzado declaraciones al diario austriaco Vorarlberger Nachrichten.
Cuenta atrás para Hamilton
Además, Bayer ha confirmado que los jefes de equipo ya no tendrán comunicación directa con el director de carrera durante los grandes premios, después del caos radiofónico vivido en la última prueba de 2021, con Toto Wolff (Mercedes) y Christian Horner (Red Bull) quejándose a Masi como niños enrabietados en los momentos más calientes entre Hamilton y Verstappen. «En el futuro, el director de carrera podrá concentrarse en su tarea y ya no estará distraído», zanjan desde la FIA.
Desde su burbuja lo observa todo Hamilton, aparentemente tranquilo a pesar de que la cuenta atrás para la próxima temporada ya ha empezado. En apenas tres semanas (18 febrero) Mercedes enseñará al mundo su nuevo monoplaza. En esa presentación está asegurada la presencia del novato George Russell, pero no la del veterano heptacampeón.
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