Giroud abusa del Sevilla
El Chelsea apalizó al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, con un Olivier Giroud estelar que anotó los cuatro goles de un partido marcado de principio a fin por su actuación diferencial. El Chelsea se mete como primero en octavos, mientras que el Sevilla también clasifica, como segundo
Olivier Giroud conquistó el Sánchez Pizjuán con una exhibición que presenta su candidatura a mejor actuación de la presente Champions. El delantero abusó de un mediocre Sevilla, que pagó la relajación de una clasificación prematura, y con cuatro goles, cada uno con un distinto cariz, dejó en evidencia las rotaciones de Julen Lopetegui. El Chelsea se desmarca como primero en el Grupo E, mientras los españoles pasarán como segundos.
Llegaba el Sevilla a la penúltima jornada de la Champions y lo hacía en una situación idílica, que habría firmado en el momento del sorteo de la máxima competición continental. Clasificados a octavos, el duelo directo con el Chelsea decidiría en gran medida el primer clasificado del grupo, y Lopetegui tomó cartas en el asunto desde su posición privilegiada para dar paso a las rotaciones tan necesarias en estas instancias de temporada.
Secundarios como Sergi Gómez, Gudelj, Óscar o Idrissi se postulaban como potenciales protagonistas desde un privilegiado puesto en el once inicial, mientras Vaclik, que contaba con una nueva oportunidad para reivindicarse en el periodo de lesión de Bono, se sumaba a la enfermería en el calentamiento, obligando a Lopetegui a tirar del canterano Vacas como recurso de emergencia ante una de las plantillas con mayor calidad acumulada en el panorama europeo.
El joven cancerbero se medía a un escenario de categoría y a la primera de cambio, también estrenaría su casillero de goles encajados. Giroud golpeaba por primera vez en el partido con un remate entendido en esa faceta, la de killer, que tanto se le ha recriminado en el pasado. El francés cruzaba el balón haciendo imposible la estirada de Vacas y ponía cuesta arriba el partido para un Sevilla que había llegado a disfrutar, pero sobre todo a competir por el primer puesto.
La reacción no se iba a hacer esperar, con los habituales Navas o Rakitic tirando del carro, pero la ofensiva no estaba completa sin nombres como Ocampos, Jordan o De Jong sobre el terreno de juego. Sí estaba el enrachado En Neysri, pero la primera mitad le salió cruz de cara a gol, pese a que lo intentó hasta de puntera.
El Sevilla copaba posesión, pero las ocasiones se repartían y Pulisic pudo anotar un 0-2 que habría puesto las cosas con la cuesta muy pronunciada para el cuadro de Nervión. Sin embargo, Alfonso Vacas aparecía para lograr su primera atajada de mérito en la Champions y así ‘desvirgarse’ también en este aspecto.
Giroud duplica el guion
Los primeros 45 minutos tampoco estuvieron exentos de polémica y contaron con una invitación aceptada de ese actor que se ha convertido casi en imprescindible en las conversaciones futbolísticas. El VAR revisó hasta en dos ocasiones posibles penaltis en el área del Chelsea, pero el Sevilla tampoco tenía suerte en ese aspecto y el descanso llegaba con resultado negativo y la necesidad de remontar.
El run run de las rotaciones de Lopetegui comenzaba a sonar en los círculos sevillistas, al tiempo que la segunda mitad hacía acto de presencia con un guión casi calcado al de su antecesora, para desgracia del Sevilla. De nuevo pasados ocho minutos del pitido de inicio, Giroud se asomaba por el área para vacunar, en esta ocasión de exquisita vaselina.
El Chelsea hacía bueno su plus de calidad en Nervión y Lopetegui se veía obligado a meter a la artillería pesada para, cuanto menos, tratar de acortar distancias. Koundé, Munir, Ocampos y Jordán al verde, con la penalización de la retirada de Navas, falto de frescura por más coraje que mostró, y necesitado de un descanso para poder rendir en compromisos futuros.
No respondía el Sevilla, ni con los nuevos, ni con los habituales, que no encontraban el ritmo ante un Chelsea que sí ha encontrado la solidez que le faltaba al proyecto de Frank Lampard. Los minutos avanzaban sin respuesta local y encontraron, por tercera vez, la participación letal de la estrella del partido.
Giroud completa el póker
Giroud no tuvo suficiente con anotar el tanto que abría el partido, ni con el golazo del día, vaselina incluida. El francés quería cerrar su gran día y despejar dudas sobre su acierto cara a puerta, y lo hizo con la especialidad de la casa, un cabezazo inapelable que terminaba de hundir al Sevilla en un día negro, aunque de rápido olvido teniendo en cuenta su pase matemático a octavos.
Al francés no le quedaban goles por anotar en jugada, pero sí a balón parado. Para completar la fiesta perfecta, Giroud abusó de Sergi Gómez, obligando al central catalán, superado durante los 90 minutos, a hacer un penalti que, cómo no, iba a convertir el ‘9’ de la selección francesa, que sin inmutarse se marchaba al banquillo con la satisfacción del trabajo hecho y la felicitación por el camino de todo aquel compañero que se cruzó.
El partido estaba acabado y los últimos minutos, con un penalti fantasma, y un conato de tangana solucionado con tres amarillas, no pudieron ni siquiera amagar con eclipsar la actuación diferencial de Giroud en un día negro en Champions del Sevilla.