¡Campeones!: El Juvenil C de Álvaro Benito se lleva el torneo Al Kass (2-0)

El Juvenil C del Real Madrid logró el Al Kass International Cup por primera vez en la historia de La Fábrica tras ganar por 2-0 a la Aspire Academy en Doha. Simal y Casas fueron los autores de un equipo dirigido por Álvaro Benito que ha hecho un torneo fantástico.

El Juvenil C comenzó la final tal y como inició todos los partidos: enchufadísimo. Los blancos salieron decididos a dominar desde los primeros minutos y a encontrar un gol que les facilitase las cosas. De esta manera el dominio madridista se extendió durante los primeros 10 minutos de partidos, hasta que la Aspire Academy dio un paso hacia adelante y el primer susto al filial con un remate de cabeza que se topó con el poste. Esta acción provocó que los chicos de Álvaro dieran un paso hacia atrás y la portería defendida por Altube comenzó a verse amenazada. No pintaba bien la cosa para un Madrid que decidió cambiar su mentalidad y quitarse los complejos. Fue aquí cuando los Catar comenzó a sufrir de verdad.

El Real Madrid recuperaba la pelota, la iniciativa y las jugadas de peligro comenzaron a llegar. Sin duda, la más claras de todas la tuvo Sanse a falta de cinco minutos para la conclusión del primer acto. El de Valdemorillo aprovechaba una grandísima asistencia de Bilal, pero a la hora de definir su lanzamiento se marchaba por poco. Esta sería la última jugada de Bilal en el partido, ya que se tuvo que retirar antes de tiempo lesionado. Marvin ocupó su lugar.

El asedio madridista era constante y la sensación es que el tercer juvenil cocinaba a fuego lento el gol. El balón parado, siempre ejecutado por Miguel Baeza, estaba siendo una de sus mayores armas, pero no terminaban de encontrar el premio. Además, el árbitro tampoco ayudó al permitir una agresión dentro del área sobre Sanse que tenía que haber sido penalti. El juez prefirió no ver nada y ambas escuadras se retiraron al vestuario con empate en el luminoso.

Rodillo blanco hacia la gloria

En la reanudación el Madrid no perdió su empuje y el control era absoluto. Es cierto que no gozaban de ocasiones claras de gol, pero constantemente los blancos rondaban la meta rival. Los cataríes tuvieron que esperar hasta el minuto 60 para salir de su campo e inquietar a Altube, aunque el portero estuve perfecto, una vez más. Tras el arreón el Madrid volvió a tomar el mando del choque. Y entonces, sucedió.

Los blancos comenzaban la jugada en la defensa, el balón iba pasando por diferentes jugadores madridistas hasta que llegaba a Baeza. Éste controlaba, levantaba la cabeza y veía pegado en la banda a un Marvin que en cuanto recibió el balón no dudó en pisar el área y encarar a los rivales hasta que tuvo la opción de dar un pase de la muerte que, en un primer momento, parecía que se quedaba en nada ya que lo atajaba el portero, pero en el rechazo Simal estaba listo y tocaba lo justo para que el balón terminase besando las redes. 1-0 con 10 minutos por delante para ganar el torneo tenía el Madrid.

Miguel Baeza pudo sentenciar instantes después de la diana, pero el portero del Aspire estaba acertado. Entonces, el Madrid dio un paso hacia atrás para defender juntos atrás y salir con velocidad en cuanto tuviesen la mínima oportunidad. Y así llegó la sentencia tras un golazo espectacular de Casas que cerraba la final y ponía el broche de oro a un torneo espectacular disputado por el Real Madrid. Los minutos finales fueron pura alegría. Alvaro dio entrada a los menos habituales y con el pitido final los blancos estallaron de alegría. Por fin podían decir que eran campeones.