La FIA se acongoja ante la candidatura de Carlos Sainz y afloja su ley del silencio

El último año de mandato de Ben Sulayem en la FIA está quedando enmarcado por una larga lista de polémicas. Entre ellas, estaba una multa surrealista que será eliminada a partir de esta semana, en la que por ejemplo se celebra el Gran Premio de Emilia-Romaña de Fórmula 1. Y es que si los pilotos utilizaban un lenguaje que a ojos del organismo federativo fuera «malsonante», véase palabrotas o expresiones ofensivas hacia otro integrante del Gran Circo, podían sufrir una sanción económica de hasta 40.000 euros. Eso, aplicado al resto de competiciones, le había generado grandes confrontaciones al presidente emiratí.

Pero la FIA finalmente ha acabado dando marcha atrás en este sentido, curiosamente pocos días después de que Carlos Sainz emerja como alternativa clara a la presidencia de Ben Sulayem a siete meses de las elecciones que se celebrarán el 12 de diciembre en Uzbekistán. La potencia de la candidatura del piloto español, cuatro veces campeón del Rally Dakar, ha atemorizado a la actual cúpula de la organizadora de los principales campeonatos del deporte de motor, que ha rebajado considerablemente una multa que se escapaba de toda lógica y que traía a pilotos como Max Verstappen o Charles Leclerc por el camino de la amargura.

En el caso del holandés cabe recordar que el año pasado incluso tuvo que prestar servicios comunitarios en Ruanda por quejarse de su coche, un Red Bull del que dijo que era una «mierda» durante el tramo final del pasado campeonato, cuando más sufrió para alzarse con el título. Un tipo de sanción, que sin salirse de los límites de los económicos, también sufrió el de Ferrari por decir la palabrota «joder». En su caso, el monegasco tuvo que pagar 10.000 euros.

Según la dureza del lenguaje usado y la reincidencia del piloto en cuestión las multas podían ascender hasta los 40.000 euros. Aunque conocedores de esta polémica medida todos los pilotos habían bajado el perfil en este inicio de Mundial, Ben Sulayem no ha esperado más para aflojar la mano y así quedar bien ante sus principales integrantes. Bien sabe el emiratí que todos ellos serán apoyos clave para mantenerse en el poder de la FIA en diciembre, cuando Sainz le hará frente para arrebatarle la presidencia y proponer un organismo gubernamental más lógico para todos los componentes de las distintas modalidades.

Con esta rebaja de los castigos, los comisarios de la FIA sólo controlarán el contexto donde se realicen los comentarios o gestos inapropiados, es decir, no se juzgará igual el comportamiento de un piloto bajo máxima presión como durante una carrera o en una simple rueda de prensa o una entrevista. En ese sentido, Verstappen dejó una de las imágenes del pasado curso, reunió a decenas de periodistas en un corrillo improvisado a las puertas de la sala de medios de comunicación. Así, hizo una comparecencia extraoficial a la que obliga la F1 y se pudo expresar libremente.

Los cambios de la medida más polémica de la FIA

• Reducción del 50% en la multa base: pasa de 10.000 a 5.000 euros
• Menores sanciones en campeonatos con multiplicadores altos como la F1.
• Diferenciación entre contextos controlados (con la prensa) y no controlados (en competición)
• Se elimina la amenaza de sanciones deportivas, como quitar puntos o puestos en la parrilla.