Escena escatológica en el Las Palmas-Espanyol: Cillessen finge una lesión para que Essugo vaya al baño
Surrealista lo que se produjo en la primera parte de dicho partido
El choque se lo llevaron los canarios por la mínima (1-0)
El portero holandés pudo acabarlo con total normalidad
Este domingo tuvo lugar una de las escenas más escatológicas de esta Liga, cuando en la primera parte del Las Palmas-Espanyol, el portero del equipo local, Jasper Cillessen, se tiró al césped, fingiendo una lesión para que el partido de la jornada 18 de Liga se detuviera unos minutos y así uno de sus compañeros, Dário Essugo, pudiera ir al baño.
El centrocampista del cuadro canario sintió la irrechazable llamada de la naturaleza y no le quedó más opción que bajar al vestuario del estadio Gran Canaria para hacer sus necesidades. Mientras, su compañero, el ex guardameta de Barcelona y Valencia, se sacrificó por él simulando una lesión que se creyó hasta el árbitro García Verdura.
El holandés no sólo se recuperó de la misma, sino que pudo acabar el choque con total normalidad y, por su parte, Essugo regresó al terreno de juego una vez pasada esa urgencia. Corría el minuto 19 cuando todo esto sucedió al detenerse el juego por una tarjeta amarilla del colegiado a Javi Puado por protestar. Fue entonces cuando Cillessen aprovechó para arrojarse al césped mientras el jugador salía corriendo hacia el vestuario. En su regreso, fue aplaudido por la afición del estadio canario.
El incidente de Essugo y la victoria de Las Palmas
Las Palmas venció por la mínima al Espanyol (1-0) y prolongó su tendencia alcista gracias a un gol de falta de Sandro Ramírez en la segunda parte, ante un rival que confirma su condición de peor visitante en la competición y que termina el año 2024 en zona de descenso.
Diego Martínez, entrenador del equipo amarillo, decidió no arriesgar con Alberto Moleiro por su reciente problema muscular y se le echó de menos, sobre todo en una primera parte equilibrada, que tuvo poco ritmo, muchas interrupciones y dos equipos sin asumir excesivos riesgos.
La anécdota del periodo inicial se produjo cuando Essugo tuvo que acudir rápidamente al vestuario a evacuar, y para no quedar en inferioridad numérica, el guardameta Cillessen pidió ser atendido por una presunta molestia muscular en la parte posterior del muslo derecho para dar tiempo a que su compañero regresase al terreno de juego. La triquiñuela dio resultado.
El gol vino de una imprudente falta de Leandro Cabrera a Januzaj, perpendicular a la portería, que abrió el partido. Sandro ejecutó el lanzamiento, no muy ajustado, pero lo suficiente para batir a un Joan García que intentó adivinar el lado y el balón entró por el contrario, sin que este pudiera reaccionar.