Se desata la ‘Hazardmanía’

La llegada de Hazard al Real Madrid ha devuelto la ilusión a la parroquia blanca. El estadio Santiago Bernabéu acogió a más de 50.000 aficionados que querían dar la bienvenida al flamante fichaje madridista. Tras muchos años sin ver desfilar por el coliseo blanco a un futbolista de esos que llevan la etiqueta de galácticos, la hinchada recuperó la ilusión con el belga, hasta el punto de que ya se puede decir que se ha desatado la Hazardmanía por Concha Espina.

Desde primera hora de la tarde, en el Santiago Bernabéu se pudieron ver colas que daban la vuelta al estadio. No jugaba el Real Madrid, aunque lo parecía. El ambiente que se respiraba por los alrededores del estadio madridista era de partido y, sobre todo, de ilusión. Luego, una vez dentro, los aficionados cantaron cada gol de Hazard que se podía ver a través de los videomarcadores. Aunque la locura se desató con la presencia del jugador en el palco. Fue en ese momento cuando los decibelios aumentaron de manera notable.

Hazard pronunció sus primeras palabras como jugador del Real Madrid, se bajó al vestuario saludando y volvió a saltar al césped vestido de blanco para repartir un gran número de balones a una afición que veía en su figura al crack que está llamado a marcar la diferencia la próxima temporada en el equipo que dirige Zinedine Zidane. Después, volvió a coger el micrófono para entonar un «¡hala Madrid!» y, de paso, llevarse la última gran ovación de la tarde noche.

Tras la presentación, los madridistas acudieron a la tienda Adidas situada en el lateral de Padre Damián para comprar la camiseta de la nueva incorporación. Daba igual que Hazard no tenga número de momento, lo importante era hacerse con la nueva elástica del belga. No obstante, el Real Madrid ha comunicado a todos aquellos que han comprado la camiseta que el número, cuando se conozca, se lo pondrán de manera gratuita.

La tienda del Real Madrid hacía tiempo que no veía que una camiseta se comprase al ritmo de la que los aficionados lo hicieron con la de Hazard. “Hacía mucho que la camiseta de un jugador no se vendía así”, aseguraban los empleados. La locura por Eden ya es real.