Cristiano sólo ha ganado en San Mamés con Mourinho
Cristiano ha jugado seis veces en La Catedral y sólo ha ganado tres. Las tres victorias fueron con Mourinho en el banquillo y todas por idéntico resultado: 0-3. En los tres triunfos blancos de la era Mou, CR7 consiguió marcar y uno de ellos, el de la temporada 2011-12, significó el alirón del Real Madrid en la Liga de los récords, el único campeonato liguero que ha ganado Ronaldo vestido de blanco. Pero antes y después de Mou todo han sido malas noticias para Cristiano en San Mamés: derrotas, insultos, pitadas… y hasta una extraña expulsión hace dos temporadas tras un rifirrafe con Iturraspe.
2009-2010. Derrota y primer encontrón con la grada
Cristiano pisó por primera vez el césped de La Catedral en su primera temporada del Madrid. El luso sintió desde el calentamiento lo que significa jugar en San Mamés vestido de blanco. CR7 escuchó música de viento cada vez que tocaba la pelota. El Madrid de Pellegrini acabó perdiendo aquel partido 1-0 y Ronaldo tuvo su primer encontronazo con la afición del Athletic. Después de pelear un balón que se marchó por la línea de fondo, Cristiano chocó contra la publicidad estática y un espectador le increpó. La respuesta del luso fue encararse con el hincha y hacer un amago de lanzarle la pelota. Fue el principio de una relación caliente con la grada de La Catedral.
2010-2011. Suplente, victoria y primer gol
Al año siguiente, ya con Mourinho en el banquillo del Madrid, Cristiano regresó a La Catedral para sacarse la espina de su debut. Sin embargo, la afición del Athletic pudo contemplar una imagen inédita: CR7 se pasó más de medio partido en el banquillo. Mou decidió rotar pensando en la final de Copa ante el Barça y al crack luso le tocó descanso. El Madrid consiguió una victoria incontestable por 0-3 y a Cristiano, que jugó los últimos 20 minutos, aún le dio tiempo para marcar su primer gol en San Mamés.
2011-12. Gol, victoria y alirón en La Catedral
A la tercera visita de Cristiano a San Mamés llegó su primera Liga. Los blancos se plantaban en San Mamés con la intención de cantar el alirón en aquella Liga de los récords de Mourinho: 100 puntos y los 121 goles. El Madrid fue una apisonadora desde el pitido inicial y acabó tomando San Mamés con un contundente 0-3, con tantos de Özil, Higuaín y el propio Ronaldo, que había fallado un penalti en los minutos iniciales del encuentro. CR7 volvió a ser increpado por la grada. Al final del partido, el luso respondió a los insultos llevándose la mano al escudo de la Liga y mostrando con los dedos los tres goles de su equipo. Los jugadores del Athletic se encararon con Cristiano y se quejaron de un corte de mangas a Javi Martínez.
2012-13. Dos goles, una asistencia y una tremenda pitada
A la cuarta, Cristiano completaría un partido perfecto en La Catedral. Una asistencia a Higuaín y dos goles para sellar la tercera goleada consecutiva (otra vez 0-3) de Mourinho en San Mamés. El técnico luso decidió sustituir a CR7 a falta de 10 minutos para el final del partido y la afición rojiblanca, lejos de reconocer el partidazo de Ronaldo como ha hecho con muchos jugadores a lo largo de la historia, le premió con una estruendosa pitada.
2013-14. Empate, expulsión y polémica
Se fue Mourinho y llegó Ancelotti para estrenar el nuevo San Mamés. Como ocurrió con Pellegrini, Cristiano también vio cómo el Madrid era incapaz de ganar al Athletic en la Catedral en el primer año de Carletto. El Madrid se adelantó con gol de Jesé a pase de CR7, pero los rojiblancos empataron con un tanto de Ibai. Cristiano vivió su partido más amargo que acabó para él antes de tiempo tras ser expulsado por Ayza Gámez tras un rifirrafe con Gurpegi e Iturraspe. Aquella expulsión terminó ampliando la polémica hasta el Comité de Competición, que sancionó con dos partidos a Ronaldo a pesar de la ausencia de explicaciones en el acta del colegiado, al que se le pidió que ampliara su redacción de la jugada.
2014-15. Derrota y adiós al liderato en la Liga
La temporada pasada Cristiano volvió a saborear el amargo sabor de la derrota en San Mamés. Los blancos, en plena caída libre tras su portentosa racha en el tramo final del año, dieron una imagen apática ante un Athletic que jugó espoleado por la grada y venció 1-0 con gol de Aduriz. Para los rojiblancos era más que un partido: era un grito de protesta ante el club que no le prestaba su estadio para disputar la final de Copa ante el Barça. Cristiano apenas pudo entrar en contacto con la pelota, arrastrado por la marea baja de su equipo.