Brasil, eliminada de la Copa América en su debut
Brasil ya no es lo que era. Ha dejado de dar miedo. Por historia y por nombre se ha ganado un respeto, pero últimamente lo está perdiendo. Ya no es lo que era, no mete ni miedo, los rivales ya ni siquiera la temen. Ahora no hacen más que pasar vergüenza. La última ha sido en la Copa América. Han sido eliminados tras sufrir, eso sí, uno de los mayores atracos de la historia del fútbol. Aunque esta vez, con ayuda de los árbitros.
Perú ganó 1-0 gracias a un gol de Ruidiaz con la mano. Parecía Maradona disfrazado de peruano. La mano de Dios apareció para apear dolorosamente a la canarinha de la Copa América. Se acabó. Las ausencias de figuras como Neymar y Marcelo han terminado pasando factura a los de Dunga. El técnico brasileño no podrá conquistar su cuarta Copa América. El equipo ya no es lo que era. Aquella Brasil del 70 con Pelé al frente ya no existe.
Aquella generación sí que asustaba. Nadie quería encontrarse ni en pintura con los brasileños. No había manera de pararles los pies. Era todo un lujo verles jugar. Un equipo que arrasaba con todo lo que se encontraba a su paso. La nueva generación liderada por el delantero del Barça Neymar no le llega ni a la suela del zapato. La selección pentacampeona del mundo parece haber desaparecido. Ha hecho un ridículo histórico en la competición americana. Ni tan siquiera ha logrado pasar la fase de grupos.
Menos perder les valía cualquier cualquier resultado para estar en cuartos de final. Y perdieron. La humillación ante Perú no es tan sólo de una lista que cada vez es más amplia. Hace tan sólo dos años, en el Mundial disputado en su propia casa, en su templo, Alemania sacó las vergüenzas de la canarinha con una goleada histórica.
Aquel día, Brasil dispuso de su mejor once en busca del pase a la final del torneo. Pero los de Joachim Löw no tuvieron piedad. Sabían que era su gran oportunidad de volver a ganar un Mundial. Demostraron por qué eran los grandes favoritos para levantar la Copa. Humillaron a Brasil en su propia casa. 7-1 ganó el conjunto germano.
Mineirazo
Belo Horizonte fue testigo de algo histórico, lo nunca visto en duelo entre Alemania y Brasil. Todo apuntaba a que iba a ser un gran duelo, muy igualado. Los alemanes llegaban en su mejor momento. Estaban en el momento cumbre desde que Löw cogiera los mandos. Scolari parecía haber devuelto la ilusión de pelear por los grandes títulos a la canarinha.
Pero fue un espejismo. Enseguida la todopoderosa Alemania le devolvió a la realidad. Al descanso, Brasil perdía 5-0. Los aficionados empezaban a echar de menos a aquel equipo comandado por Gerson en el centro del campo, con Pelé de goleador que les dio tres campeonatos del mundo. Aquel equipo revolucionó el fútbol. Muchos se le han acercado, pero nunca nadie en la historia ha logrado igualar aquello.
Era fútbol en estado puro. Fue la mejor etapa del fútbol del brasileño, les alzó a lo más alto. Ni Argentina podía pararle los pies a ese equipo. La España que ganó el Mundial de Sudáfrica recibió comparaciones con aquel combinado. Pero pese a sus dos Eurocopas y un Mundial de manera consecutiva, ni siquiera consiguieron hacerle sombra.
Ridículo histórico
Desde ese momento en el Mundial, comenzó el bajón de Brasil. Al año siguiente en la Copa América de Chile, no pasaron de cuartos. Cayeron ante Paraguay por penaltis. Otra derrota inesperada. Eran favoritos pero de nuevo volvieron a hacer el ridículo. La transición entre aquel equipo que conquistó la Copa del Mundo en Corea y Japón 2002 y el actual no ha sido dulce.
Hasta en Argentina, su eterno rival, se reían de ellos. «Brasil, decime que se siente tener en casa tú papá», cantaban los argentinos tras la humillante derrota de Brasil frente a Alemania en el Mundial. «Te juro que aunque pasen los años nunca nos vamos a olvidar. Están llorando desde Italia hasta hoy», seguían.
Ni tan siquiera en las eliminatorias de clasificación asustan. Cuando parecía que no podían hacer más el ridículo, que ya habían cumplido el cupo de humillaciones, sorprendieron con su eliminación en la Copa América. Ni tan siquiera han logrado pasar a cuartos. Un ridículo histórico que no ocurría desde Argentina 1987. En aquel momento, los grupos estaban formados por tres equipos y sólo pasaba el primero.
Desde 2007 no ganan ningún título de Copa América ni Mundial. Tan sólo en la Copa Confederaciones han logrado maquillar sus malos años. Desde 2013 no han vuelto a ganar ningún título. Aquel lo disputaron como anfitriones del campeonato del mundo. Y ahora vienen los Juegos Olímpicos… en su propia casa. Mucho tiene que cambiar este equipo si quiere dar la cara en Río 2016. Porque ahora mismo, Brasil ya no asusta.