El Bayern golea al Lyon y se cita con el PSG en la final de la Champions

El Bayern de Múnich se jugará ante el Paris Saint Germain el trono de la presente Champions League este próximo domingo. El conjunto bávaro no tiene rival esta temporada. Las dentelladas del Olympique de Lyon no fueron suficientes para toser a un equipo que solo sabe ganar. El doblete de Gnabry demostró que el gol no es solo cosa de Lewandowski y Müller en este equipo. El gol del polaco al final dio la puntilla a los de Rudi García (0-3). Los alemanes están ante su undécima final en busca de su sexta Orejona, rompiendo así su maldición de semifinales.

En apenas cinco minutos ya se vio en Lisboa el partido que se esperaba. El dominio era clarividente del Bayern, por potencial, ganas e iniciativa. Y porque era lo que más beneficiaba en este caso al Lyon. Los franceses se vieron cómodos al contragolpe y los primeros sustos fueron de ellos. En las botas de Memphis Depay estuvo el primero de ellos. El holandés es de esos talentos que surgen de la Eredivisie que quizá da el salto antes de tiempo (año y medio en el United), pero mostró credenciales de nuevo.

A la espalda de la zaga aparecía Depay, que se iba directo hacia Neuer. El meta alemán salió hasta la frontal para tapar las opciones de remate del holandés, que acabó tan escorando que estrellaría su disparo en el lateral de la red. El Lyon encontraba un coladero de oportunidades a la espalda de la adelantada zaga bávara. Toko Ekambi tendría una triple ocasión de gol pasado el cuarto de hora tras otro buen desmarque a la sombra de Davies. Hasta tres veces perdonó el camerunés.

Pero el Bayern es pura pólvora y, en este partido, definición. Gnabry venía de un par de pérdidas pero no se lo pensó cuando controló por la derecha, penetró hacia adentro, se zafó de un par de franceses y encontró disparo en la frontal. Su trallazo con su zurda fue imposible para Anthony Lopes, que ni la olió.

El gol permitió a los alemanes deshacerse de ese runrún que venía desarrollando el Lyon en cada contra. El dominio del Bayern se multiplicó, aunque con un control más seguro, sin necesidades. Fue ahí cuando los franceses se terminaron de diluir, sus opciones ofensivas se apagaron y el cuadro bávaro campó a sus anchas. Una apertura por la derecha hacia Perisic generó el segundo: pase de la muerte al corazón del área donde Lewandowski mordía al remate; Lopes frenaba el tímido disparo pero el rechace permitía a Gnabry hacer el segundo. Era el noveno gol del alemán en esta Champions League. Nueve en nueve partidos, 0-2.

Neuer ante las dudas

Un par de cambios, uno por cada equipo (Mendes por los franceses y Sule por los alemanes), pero poco afectó al juego y al guión del partido tras el paso por vestuarios. El Bayern de hecho bajó notablemente las revoluciones de su juego, pasó a dominar sin exigencias, sin ganas de hacer sangre con el resultado, sin intención de morder más de lo que ya había hecho. Y aun así, el que podía ampliar el marcador era el club bávaro.

De una exhibición del canadiense Davies pudo hacer el Bayern el 0-3.  Primero sobrepasó en carrera a Toko Ekambi para evitar un mano a mano contra Neuer; en cuestión de segundos ya estaba en campo contrario para filtrar un pase a Perisic que probó en el mano a mano a Lopes y salió perdiendo.

Pero el Lyon ha llegado a estas semifinales de Champions por algo. El 0-2 no era un marcador amplio y los franceses se podían enganchar en cualquier despiste, las ocasiones iban a llegar. El balón parado trajo la primera. En el área imperó Marcelo para cabecear a puerta, pero en el área pequeña domina Manuel Neuer. El meta alemán atrapaba seguro y sin problemas. El veterano portero volvía a salvar al Bayern en una ocasión posterior donde Ekambi no pudo transformar el buen servicio que le brindó Aouar.

Al borde del tiempo reglamentario, Robert Lewandowski metió la puntilla a los franceses con el partido ya sentenciado. Su testarazo en la salida de un córner fue el decimoquinto que logra en esta edición (0-3). Así el Bayern estará en su undécima final de la Champions League y derrumba el muro de las semifinales que le había sido demasiado alto en sus últimos cuatro intentonas. La última vez que llegaron los bávaros a la final fue en 2013… y aquel año fueron campeones de Europa por quinta vez en su historia. El Paris Saint Germain ya espera.