El Barça sigue mandando con mano de hierro en la Liga (0-5)
La Liga tiene cada día más un color azulgrana. La superioridad del Barcelona tras 20 jornadas de campeonato ha alcanzado cotas insultantes. Todos sus rivales le ven a más de 10 puntos, Messi está desatado como goleador y aquel que intenta apretarle las tuercas se marcha con una goleada en el saco. Qué le pregunten a un Betis que hizo una gran primera parte y que se llevó un saco.
El equipo de Valverde supera todos los obstáculos que le plantean los rivales con un fútbol que no entiende de renuncia de estilo y que castiga los errores rivales como una losa infranqueable. Un gol de Rakitic desató una tormenta en un Villamarín que vio pasar una locomotora capaz de poner en evidencia hasta al mismísimo AVE. Cinco goles en apenas 30 minutos. Incontestable.
El Betis intentó reavivar viejos fantasmas de un Barça que perdió la Liga la pasada temporada en este campo. El Villamarín se engalanó para una presentación digna de NBA con focos y con el himno a capela cantado por la afición. En el campo, sus chicos tampoco decepcionaron con un planteamiento que hizo comerse y mucho la cabeza al equipo culé.
Setien planteó una partida de ajedrez con marcajes al hombre y jugándose en apenas 30 metros del terreno de juego. Ter Stegen, durante muchas fases, fue el jugador visitante que más tocó el balón ante la asfixiante presión verdiblanca. Hasta Joaquín se dejaba la piel para que Busquets no fuese capaz de recibir un balón en condiciones.
El Betis dominó los primeros minutos con un Fabián escandalosamente jugón y con Guardado y Joaquín haciendo los primeros tiros al marco de Ter Stegen. El Barça empezó a zafarse de la presión local con Luis Suárez actuando como pivote móvil, como hacía en el Liverpool, para desatacar la persecución local.
El Barça se acercó con Sergi Roberto y Messi en sendas llegadas en segunda línea rozando la media hora. Los locales empezaban a retroceder, pero una lesión de Vermaelen hizo que los béticos recuperaran el aire y las ocasiones para terminar la primera mitad con las mejores sensaciones y unos catalanes que no paraban de hacerse preguntas.
Todo cambió tras el descanso
Valverde dio todas las respuestas que necesitaban sus jugadores en el descanso: presión alta y mover al primer toque el balón. Con esa fórmula y el cansancio evidente del Betis, los culés tardaron poco en penalizar a unos locales que jugaron con fuego y se acabaron quemando.
En un jugada que se inició en el campo del Betis, Rakitic conectó con Luis Suárez y siguió corriendo hacia la portería rival. Fabián perdió la marca del croata, que siguió cabalgando esperando a que le llegase la pared, y anotó con la zurda ante la salida de Adán.
Ese gol sentó como un jarro de agua helada en las esperanzas de los locales, muy castigados físicamente. El Barça olió sangre y siguió presionando hasta que encontró el premio a través de un robo de Busquets, nuevamente a Fabián, para que éste habilitase a Messi para anotar sencillo ante Adán. Fekir habilitó al argentino saliendo muy lentamente del fuera de juego.
Al Betis ya sólo le quedaba buscar el gol del honor, sin embargo, el Barcelona no estaba dispuesto a ello: quería mandar un mensaje. Los culés siguieron presionando y presionando hasta estrangular a su rival con ello, dejando patente que quien le quiera jugar a presionar en esta Liga saldrá escaldado.
Rakitic le devolvió la asistencia del primer gol a Luis Suárez sirviendo un balón de esos con los sueña un killer. El uruguayo empaló en semivolea el envío y lo anotó cruzado. Minutos después, Messi incrementaba la cuenta y su ventaja como pichichi del campeonato con el cuarto gol ante un Betis que pedía la hora. Pero no hubo piedad, Luis Suárez hizo el quinto tras un slalom de colección de Messi. El Barça ya roza su primer título de la temporada.