El Atlético se quita la depresión a costa del Rayo

Cómoda victoria del equipo de Simeone en un partido cargado de ocasiones de gol

Noche de luces y sombras para Sorloth: marcó un gol, pero falló cuatro muy claros

En plena pelea por el Zamora, Jan Oblak le amargó la noche a Isi Palazón

Atlético
Los jugadores del Atlético celebran el gol de Sorloth. (EFE)
Tomeu Maura

El Atlético se quita la depresión a costa del Rayo y suma tres puntos casi decisivos en su objetivo de asegurar cuanto antes la Champions tras un partido cargado de ocasiones de gol que quedó resuelto en la primera parte. El noruego Alexander Sorloth fue el gran protagonista: marcó un gol, pero falló cuatro muy claros, aunque está claro que le ha comido el terreno al francés Griezmann, suplente por segunda jornada consecutiva.

La última noche liguera de abril dejó para el recuerdo un derbi madrileño tan desinhibido como inusual, con dos equipos lanzados al ataque y ocasiones a granel en ambas porterías. Que la primera parte acabara sólo 2-0 fue una verdadera anomalía estadística a la vista del número de llegadas ante Oblak y Batalla, que no tuvieron tiempo ni para tomarse un respiro. En el reparto resultó especialmente señalado el noruego Sorloth, hegemónico y dominador, pero también muy fallón. Hoy no tenía demasiada importancia, pero en un partido con algo importante en juego su falta de puntería hubiera sido nociva.

Todo comenzó apenas un par de minutos después del tributo al papa Francisco. Llorente recuperó en medio campo, Giuliano se hizo ver en el extremo y desde allí sacó un centro curvado que cogió mal colocados a Batalla y sobre todo a Lejeune, que acabó arrollado por Sortloh, que hizo valer su envergadura para cabecear con potencia al fondo de la red.

 

Marcar un gol en el minuto dos facilita mucho las cosas. El Atlético se sintió fuerte, se sacudió la depresión que le había provocado la derrota en Las Palmas, y recuperó parte de la alegría perdida. En un suspiro pudo haber dejado el partido solucionado, pero a Sorloth le falló la puntería en dos ocasiones y eso permitió al Rayo regresar de entre los muertes. Isi Palazón tuvo el empate, pero apareció Oblak para negarle su momento de gloria con una parada que no sólo salvó a su equipo, sino que le mantuvo a él mismo en la pelea por el Zamora.

 

La noche no dejó de gotear una ocasión tras otra mientras el primer tiempo se acercaba a su final, pero cuando todo parecía conducir al pírrico 1-0 del arranque apareció Rodrigo de Paul para levantar la cabeza y advertir la presencia en el segundo palo de Sortloh. Hacia el noruego fue el balón, pero en su trayectoria surgió de donde nadie lo esperaba el inglés Conor Gallagher para recordarle al Rayo que ya le había marcado en Vallecas y que estaba dispuesto a repetir. Lejeune advirtió demasiado tarde que se había quedado en el limbo, mientras que Batalla se quedó sin opción. El 2-0. El resultado que Simeone había estado buscando desde el principio.

 

El Rayo se atrevió a responder con una ocasión muy clara en el arranque del segundo acto, pero el cabezazo casi a bocajarro de Isi en el área no contaba con la respuesta contundente de Oblak, que le volvió a amargar la noche al murciano con una parada digna del mejor de sus catálogos.

 

A Simeone le pareció una señal para mover pieza y renovó su confianza en Griezmann, al que concedió media hora para volver a su mejor versión. Fue recibido con división de opiniones por la grada, lo mismo que le sucedió poco después a Nahuel, sustituto de un cansado Giuliano. Entre y entre Julián le regaló el 3-0 a Antoine, pero el disparo del francés acabó en la esquina. Tampoco estuvo acertado en un uno contra uno que le ganó Batalla con comodidad. El principito no marca en el Metropolitano desde el 1 de febrero. Entonces era invierno. Ahora estamos en plena primavera.

Por suerte para el Atlético, el que va sobrado de puntería es Julián Álvarez. La araña resolvió con calidad su primer disparo entre los tres palos a los 76 minutos aprovechando un pase de Griezmann resolviendo definitivamente el partido. 27 tantos lleva ya el argentino en la temporada de su debut en España. Sin duda es la mejor noticia de un curso que va a dejar un sabor agridulce.

 

El 3-0 dejó tendido sobre la lona al Rayo mientras el Atlético acabó el partido divirtiéndose. Gallagher estuvo cerca del doblete, pero se lo impidió Batalla, aunque en la recta final lo único que le importaba al equipo era proteger el cero en la portería de Oblak, que consiguió su propósito, aunque para eso tuvo que volar ante un disparo de Gumbau en el último minuto y cerró con un rosario de buenas noticias una noche en la que todo salió bien. Ahora toca descansar  nueve días antes de encarar las cinco últimas jornadas de la temporada.

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