El Atlético de las dos caras vuelve a pinchar

El Atlético de Madrid no pasó del 1-1 frente al Espanyol en Cornellá en un choque en el que los del Cholo Simeone firmaron una pobre primera mitad y un pasable segundo acto. Savic, en propia meta, adelantó al conjunto local, mientras que Saúl, con un golazo de volea, puso la igualada. Con este resultado los rojiblancos continúan sin saber lo que es ganar a domicilio en este 2020. 

El Cholo Simeone, ahora que tiene la enfermería vacía, no hizo grandes movimientos en su once. El técnico argentino del Atlético se rige por la ley de la meritocracia y así lo plasmó en Cornellá. Oblak, recuperado de la gripe, defendía el arco y le custodiaban Trippier, Felipe, Savic y Lodi. Por delante de la línea más atrasada, la formada por Saúl, Koke, Thomas y Carrasco, mientras que los responsables de hacer gol eran Morata y Correa.

Con el coronavirus copando cualquier tipo de información, a los colchoneros no les importaba otra enfermedad -o pasión- que la suya: el Atlético. Los rojiblancos llegaban al RCDE Stadium en una buena línea y con un poco más de peso, esos que se han vuelto a subir al barco del Cholo Simeone en las últimas semanas, sobre todo, tras ganarle al Liverpool por 1-0 en la Champions League.

Rodaba el balón y se preveía un partido intenso con dos equipos que necesitaban los tres puntos como el comer, pese a tener intereses bien distintos. El conjunto que pelea por no descender salió con más garra que el que aspira a la Champions y se notó sobre el verde. El Atlético salió con la empanada típica después de una siesta de dos horas o de no habértela echado después de un buen madrugón.

Estaban más acertados los periquitos en un partido en el que casi el centro del campo no existía. Los balones iban de la defensa a los delanteros propiciando un partido menos vistoso. De un pelotazo así Wu Lei le ganó la espalda a Lodi. El delantero chino la puso, De Tomás no atinó y Savic terminó mandando el balón al fondo de su propia portería pasados los 20 minutos de partido.

Excelso Raúl de Tomás

El fútbol lo ponía Raúl de Tomás, que se exhibía con regates, caños y mil formas de superar a su rival. En una de ellas, provocó una amarilla de su tocayo africano, Thomas, que no estará el próximo fin de semana ante el Sevilla. Antes de la tarjeta, Oblak y Diego López pudieron lucirse también. El esloveno, con una palomita espectacular a mano cambiada que terminó repeliendo el larguero y su homónimo en el Espanyol, con otra volada para evitar el gol de chilena de Flipe en una jugada previamente anulada por falta de Saúl.

Volviendo a la falta de Thomas a RdT, Oblak tenía que meter otra mano salvadora con el lanzamiento directo de un Adrián Embarba que minutos antes también había sido amonestado. Suerte que el descanso estaba a la vuelta de la esquina y los rojiblancos lo necesitaban para ajustar cosas y tener opciones de, aunque fuera, sacar un punto ante un rival que venía de jugar el jueves en la Europa League mientras que ellos tuvieron toda la semana para preparar el choque.

Coronañíguez

Acostumbrados nos tiene el Atlético esta temporada de hacer una mala mitad y otra buena. Indicios de eso dio cuando un minuto después de la reanudación una volea sublime de Saúl Ñíguez desde la frontal del área perforaba la portería de Diego López. Tablas y una parte por delante para romper la igualada en el electrónico, que en ese momento señalaba el 1-1.

Se comenzó a sentir más suelto el Atlético de Madrid tras el gol del empate. Correa se movía y gambeteaba. Para acompañar al Angelito a hacer sus diabluras le tocó entrar a Joao Félix, reemplazando a un Carrasco que todavía no le tiene cogida la exigencia al fútbol europeo. El menino de oro a punto estuvo de liarla con la ayuda de Javi López, pero el balón chocó en el palo y el posterior intento de Morata volvió a estrellarse en la madera, negándole el gol al internacional español.

No tendría más oportunidades el ‘9’ del Atlético, que un minutos después dejaba el campo en lugar de Diego Costa, que ni la olió. Logró reponerse el Espanyol de una intensidad colchonera muy superior a la periquita y a la vista en el primer acto y se volvió a repetir el guión de la primera mitad. Simeone agotaba sus cambios dándole minutos a Vitolo sacrificando a Correa.

Los cambios no aportaron mucho más al juego del Atlético, que volvía a ver como le costaba generar peligro y alejar el balón de su área. De hecho, el Espanyol fue el que disfrutó de las mejores ocasiones en los últimos minutos con dos cabezazos de Bernardo. El primer remate del colombiano se marchó por línea de fondo, mientras que el segundo lo blocó Oblak. El descuento fue loco, con llegadas de ambos equipos sin incordiar mucho a los arqueros, pero los tres minutos de añadido fueron insuficientes para que se moviese el 1-1 final.