Durante el Euskadi-Palestina amistoso

Aquelarre propalestino con 50.000 personas en San Mamés y cánticos contra España en la previa

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Aquelarre propalestino en San Mamés.
Luis Cobos
  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

San Mamés, con un lleno espectacular, recibió el amistoso entre Euskadi y Palestina que se terminó convirtiendo en un aquelarre propalestino. Las gradas del coliseo vasco recibieron a ambos equipos con un gran mosaico donde se podía ver la ikurriña y la bandera de Palestina y un mensaje claro: «Stop Genocide». Pero la previa fue caliente, con miles de ultras manifestándose y con cánticos contra España y la selección española.

«Puta España y puta Selección», se escuchó en la previa del Euskadi-Palestina en los alrededores de San Mamés durante la manifestación en la que miles de ultras buscaron dar su apoyo al pueblo palestino con bengalas y hasta con quema de contenedores. Ya dentro del estadio, los jugadores palestinos saltaron al terreno de juego con una flor cada uno y un mensaje claro que San Mamés ayudó a trasladar.

El estadio de San Mamés, abarrotado por más de 50.000 personas, según los organizadores, puso el broche a una jornada festiva en Bilbao en solidaridad con el pueblo palestino con motivo del partido entre la selección de Euskadi y la de Palestina en La Catedral.

Un público de todas las edades, mayoritariamente familiar y joven, se fue congregando en la explanada de San Mamés desde un par de horas antes del partido, gran parte de él procedente de los actos y movilizaciones convocados durante toda la jornada en la capital vizcaína.

Ikurriñas y banderas de Palestina se mezclaban entre los aficionados vestidos muchos de ellos con camisetas sobre todo verdes de la selección vasca como apoyo a la reivindicación de su oficialidad, que es otro de los objetivos de este encuentro amistoso. Un aquelarre propalestino en el que se escucharon gritos contra la selección española, que horas antes había ganado en Georgia y había sentenciado su clasificación para el Mundial con Unai Simón, portero del Athletic en sus filas.

Con el círculo central del terreno de juego cubierto por un fragmento del Guernica de Pablo Picasso los primeros cientos de aficionados que accedieron al estadio recibieron con una ovación la salida al calentamiento de los jugadores que dirige Ehab Abu Jazar.

Una muestra de cariño que los futbolistas agradecieron con una vuelta al estadio antes de tomarse sobre el césped el primer testimonio gráfico de su presencia en San Mamés en una jornada que la delegación palestina espera convertir en «un mensaje para el mundo entero» de un «pueblo que está luchando por su libertad».

Diez minutos antes del comienzo previsto del partido actuaron los artistas Izaro, Eñaut Elorrieta y Sol Band antes de la salida al campo de los futbolistas de los dos equipos mientras en la Tribuna Este los aficionados hicieron un mosaico con cartulinas formando la ikurriña y la bandera de Palestina.

Después de que por megafonía sonaran los himnos de Palestina y de la Comunidad Autónoma Vasca los onces titulares posaron para los fotógrafos primero por separado, los de Euskadi tras un cartel con el lema ‘Ofizialtasuna’, y los de Palestina con una pancarta que decía ‘Stop Genozide’.

Posteriormente todos juntos se tomaron una última instantánea tras el cartel con el lema «Bakea-Peace» antes de guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas del genocidio de Gaza.

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