Victoria y título en el ATP 500 de Pekín (6-7, 6-4, 7-6)

Alcaraz tumba a Sinner y conquista Pekín con una remontada histórica

Carlos Alcaraz derrota a Jannik Sinner en un partido épico y se proclama campeón en el ATP de Pekín

Alcaraz, Sinner, Pekín
Carlos Alcaraz celebra un punto en Pekín.
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

China ya es territorio Alcaraz. El tenista español se proclamó campeón del torneo de Pekín después de derrotar a Jannik Sinner, su rival generacional, en una final épica que necesitó de una remontada de Carlos hasta llevarse el partido por 6-7, 6-4 y 7-6 en tres horas y 20 minutos. Los dos mejores jugadores del ranking ATP libraron una batalla de máxima paridad, en la que la resistencia y la determinación de Carlos Alcaraz marcaron la diferencia en el momento decisivo, para delirio del público, volcado con un jugador que suma su cuarto título oficial de 2024 después de Indian Wells, Roland Garros y Wimbledon.

Orgulloso, resiliente y finalmente, determinante, Alcaraz combatió con el número uno del mundo en un encuentro que dio vuelta tras vuelta en el marcador y en lo emocional y se llevó el gato al agua en un tie break en el que remontó un 3-0 en contra para levantar los brazos en el torneo de Pekín. Sinner se adelantó en el primer set, también en la muerte súbita, pero Carlos no había dicho su última palabra y a pesar de las oportunidades de break perdidas y los errores no forzados, su gran lunar en el día de hoy, el talento del tenista de El Palmar pudo brillar por encima y completa el tres de tres en los duelos directos ante Jannik Sinner en 2024.

Duelo de números uno en la gran final del torneo de Pekín, de categoría ATP 500, según la designación oficial, pero con un cuadro para mucho más, como demostraba el Alcaraz – Sinner de la gran final. El murciano llegaba con sensaciones inmejorables, tras vencer a Daniil Medvedev en una semifinal sobresaliente para él y sin perder un solo set en todo el torneo. Sinner, por su parte, sufrió en los dos primeros compromisos en China, pero en cuartos y semifinales demostró que, en medio de toda la polémica por su positivo, sigue centrado al 100% en el tenis, y su calidad hace el resto.

Alcaraz, con balas de fogueo

Tanto en Indian Wells como en Roland Garros, el partido empezó con Carlos Alcaraz por detrás en el luminoso, por lo que empezar con fuerza iba a ser clave para evitar esfuerzos que pudieran costar caros. Favorito del público, el español pasó el rodillo en los primeros juegos, en los que desdibujó cualquier estrategia de Sinner en base a un formidable revés y una derecha con la que dominaba a su antojo. Cuando el nº1 del ranking ATP quiso instalarse en la final, ya perdía 4-1.

Sin embargo, la constancia de Sinner suele premiar en los partidos, en un estilo contrapuesto al de Alcaraz, mucho más de altos y bajos. El español es un artista y como tal, también tiene ciertas desconexiones. Una de ellas le iba a costar el dominio en el primer set de la final del ATP de Pekín. Carlos parecía tenerlo todo controlado, dominando y con su rival jugando casi siempre un metro por detrás de la línea de fondo, pero abrió una pequeña ventana por la que se colaría Jannik, entrando con sus habituales cruzados.

Del 5-2 pasaríamos al 5-5, que por suerte no fue a más en ese momento para Alcaraz. El tie break marcaría la diferencia y ahí Sinner sacó músculo, con un currículum reciente de 17 victorias y sólo una derrota en muertes súbitas. Pese a que Carlos había tenido dos pelotas de set, Jannik se apuntaba el primer parcial por 7-6.

Reacción feroz de Carlos Alcaraz

Alcaraz necesitaba de una reacción y, sobre todo, de regularidad en su juego. Los despistes se pagan caros ante los mejores del mundo, si bien la sensación era de que recuperar su mejor nivel podía elevarle a la victoria. Sinner mantuvo la velocidad de crucero en el segundo set, pero Carlos equilibró la balanza poniendo a buen recaudo su saque y haciendo regresar sus mejores sensaciones. El murciano subía a la red, combinaba con dejadas e incluso con amagos que acababan con golpes cortados al fondo de la pista, pero el sufrimiento llegaría con 4-4, ya sin red.

En ese momento, Alcaraz sacó adelante un juego kilométrico, con dos pelotas de break en contra y más de 10 minutos de batalla de la que salió victorioso. Era el primer punto de inflexión del partido que cerraba a su favor. En el siguiente juego, la presión fue demasiado para Sinner, que perdía su saque y, con él, el segundo set de una batalla que ya tomaba tintes históricos.

China, a los pies de Alcaraz

Dos horas y 15 minutos después del primer punto, Alcaraz y Sinner comenzaban la pelea decisiva en un tercer set que también iba a ser de órdago. Un detalle, físico, tenístico o, sobre todo, emocional, podía marcar la diferencia, y el primero en golpear fue Carlos. Con el tanque de confianza de nuevo a pleno, notar rápidas sus piernas espoleó al jugador de El Palmar, que volcó a Sinner en una situación muy similar a la del comienzo del partido. El 3-1 y 15-40 pudo acabar con la final, pero Jannik, más que meritorio pese a la derrota final, resistió y acabaría empatando el marcador, aprovechando un nuevo lapsus de Carlos Alcaraz.

El thriller alcanzó su inevitable tramo final y el desenlace estuvo a la altura de todo lo previo. A pesar de que los errores mandaron en muchos momentos, también dotaron de emoción e incertidumbre en los minutos en los que conocimos al campeón del torneo de Pekín. Pudo ser Sinner, que marchó por delante debido a los turnos de saque y también en el tie break definitivo, en el que se puso 3-0. Fue finalmente Carlos Alcaraz, el tenista más determinante de la actualidad, que le dio la vuelta con siete puntos consecutivos que le permiten conquistar China y volver a saborear las mieles de un título ATP, esta vez en un continente que le ve ganar por primera vez.

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