Alcaraz, de final en final: pleno en el último medio año
El murciano ha alcanzado la final en los últimos ocho torneos que ha disputado
Alcanza la final en todo lo que juega desde el pasado 22 de marzo

Djokovic se inclinó ante el tenis de Alcaraz, instalado en otra dimensión. Una a la que ya no alcanza el serbio por más que se empeñe. Así lo dice la soberbia semifinal (6-4, 7-6, 6-2) que dibujó el murciano. Carlitos dejó atrás el especial respeto que rendía a la figura de Novak por una jerarquía que ahora ha cambiado de lado. Se acabó. Alcaraz confirmó que este deporte está en sus manos y en las de Sinner, con quien se ha vuelto a citar en una final.
La tercera de Grand Slam en lo que va de año. El US Open cierra la trilogía iniciada en Roland Garros y reproducida en Wimbledon. Aunque, puestos a hablar de sagas, que se de la de Alcaraz. La del domingo (20:00 horas) es su octava final en los últimos ocho torneos que ha disputado. Desde que cayera con Goffin en Miami, allá a final del pasado mes de marzo, ha llegado a la final en todos los torneos que ha disputado.
Ganó en Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen’s y Cincinnati e hincó la rodilla en el Godó al jugar medio partido lesionado y Wimbledon. Estoy enviando un mensaje al resto de tenistas de que este es mi nivel, que no es algo excepcional. No creo que este sea mi máximo nivel, me queda todavía aún más para dar», enfatiza Carlitos, que este curso tenístico está siendo el de su madurez.
«Mentalmente estoy en el mejor momento de mi carrera», ha comentado. Lo está a su manera porque después de perder contra Goffin decidió resetear. En lugar de regresar a Murcia para preparar la gira de tierra batida, optó por desconectar una semana en las playas de Cancún junto a su familia, sin raqueta en mano claro. Fue duramente criticado por ello, más todavía cuando se ausentó del Mutua Madrid Open por molestias físicas, pero el tenis y el tiempo hablaron por él.
«Me tiraron mucho hate cuando perdí en Miami. En lugar de entrenar después de eso, me tomé un descanso y me fui a Cancún con mi familia. Mucha gente, empezó a decir ‘¿Qué pasa con este tipo que acaba de perder en la primera ronda, y no entrenó, no fue a la pista y siguió practicando para ser mejor?’ Esa fue la clave, simplemente tener cinco, seis días libres, sin coger una raqueta, sin pisar la pista. Irme de vacaciones con mi familia, desconectar, pensar qué debería haber hecho mejor. Después de las vacaciones que pasé en Cancún con mi familia recuperé la alegría y empecé a disfrutar jugando al tenis de nuevo» desveló Alcaraz.
Misma hoja de ruta siguió cuando venció en Roland Garros. Fue firmar la heroica remontada contra Sinner y abandonar París a la carrera. Al día siguiente, sin realizar ni siquiera el tradicional posado con el trofeo en París, cogió un vuelo y aterrizó en Ibiza, donde pasó cuatro días sin el freno de mano echado. Y al regresar a pista de nuevo volvió a ganar. Se coronó en Queen’s y alcanzó la final en Wimbledon. Este verano se ha dejado ver por el Puerto de Santa María y al regresar ya ha ganado en Cincinnati y está a un partido de hacerlo en el US Open.