Morientes tendrá que esperar

Aganzo salva el primer ‘match-ball’: sólo caerá con una moción de censura

Aganzo
Aganzo, en una imagen de archivo. (AFE)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

David Aganzo seguirá al frente de la Asociación de Futbolistas Españoles tras salvar una de las Juntas Directivas más complicadas al frente del sindicato. Tenían que elegir dos nuevos miembros que reemplacen a los dimitidos David De Gea y Juan Mata y el presidente consiguió la mayoría necesaria para elegir a gente de su cuerda con el sorprendente apoyo de José Luis Morales, capitán del Levante, y de Lucas Pérez, quien delegó su voto en el mandatario.

Resulta curioso que Morales estuviese presente hoy y no el día en que le nombraron como miembro de la directiva de AFE. Algunos de los presentes en la reunión se frotaron irónicamente los ojos al ver al futbolista del Levante asistir en el día más decisivo de la institución en tres años.

El voto del capitán del Levante dio a Aganzo una mayoría inesperada y pudo maniobra a su antojo en la Junta Directiva tomando una serie de decisiones cuanto menos autoritarias. No permitió la entrada de Fernando Morientes en la misma, pese a las peticiones de los futbolistas, y sustituyó a los dos internacionales salientes por representantes del Fuenlabrada y el Villarobledo dejando en evidencia que los nombres de peso se alejan del sindicato.

Luego el presidente ajustó cuentas y relegó a Jesule de su vicepresidencia del organismo a mero vocal por sus críticas. Más adelante decidió el despido de Antonio Saiz Checa, quien desveló un escándalo de cohecho, pese a estar de baja médica estos días. Aganzo se agarró a una sanción disciplinaria por el daño hecho a la institución, aunque la oposición argumentase que con su comportamiento había defendido a la institución, pese a que le doliera al presidente.

Aganzo, además, consiguió aprobar que la Asamblea General del organismo se celebre dentro de seis meses pensando que así obtiene un gran balón de oxigeno. El presidente, sin embargo, es consciente de que se avecina una moción de censura contra su persona y que el clamor es cada vez más grande contra su persona. Hoy salvó un match-ball gracias a dos aliados que como Poncio Pilato se lavaron las manos, pero cuando lleguen más de 1.000 firmas veremos lo que sucede.

Es evidente que la AFE pide un cambio en las últimas fechas y muestra de ello ha sido el rechazo de los grandes capitanes de Primera y Segunda División a unirse a un Aganzo que ha ganado tiempo. El presidente sabe que por mucho que se atornille a la silla no le queda mucho recorrido. Morientes ya ha conquistado el corazón de todos.

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