Las 5 razones de Zidane para creer en su equipo después de Las Palmas

Pese a solo sacar un punto del Estadio de Gran Canaria, el técnico del Real Madrid abandonó contento la isla con el juego de su equipo. Sus jugadores lucharon hasta el último segundo. Te explicamos los motivos por los que Zidane quedó satisfecho con lo que vio de sus futbolistas.

Una buena presión

El equipo salió decidido a impedir el juego de la UD. Al conjunto de Setién le gusta tener la pelota y tocar, así es como se sienten cómodos. Pero Zidane vio como sus futbolistas saltaron al Gran Canaria con la intención de no permitir ni una salida de balón.

Tal fue la presión que los amarillos la perdían una y otra vez intentando hacer su juego. El Real Madrid era capaz de cerrarse para tapar huecos a la vez que presionaba para arrebatarle el esférico a su rival, algo con lo que Zidane quedó satisfecho.

La intensidad

Las 19 faltas que cometió el conjunto blanco demuestran la garra con la que los de Zidane saltaron al verde. La presión que ejercían sobre jugadores como Roque, Tana o Vicente Gómez, terminaba en muchas ocasiones en faltas. Unas faltas necesarias para evitar la salida de los locales.

Impedir que Las Palmas desarrollara su juego era algo fundamental para el Real Madrid. Y lo consiguieron. En casi ningún tramo del encuentro se encontraron cómodos los de Setién, sobre todo, gracias al pundonor, intensidad, garra y presión de los de Zidane.

Gran cantidad de ocasiones

Que el conjunto blanco solo metiese dos tantos fue muy mala fortuna. Los de Zidane dispararon 27 veces a la portería de Javi Varas. Las internadas de Carvajal o Nacho, los remates de Morata, las galopadas de Bale o Cristiano… no acabaron con éxito, salvo en los dos goles, pero con esa forma de atacar y esa cantidad de tiros, el técnico galo es consciente de que los tres puntos pocas veces se les escaparán.

Desde el pitido inicial, los de Zidane se volcaron a por el gol. El portero de la Unión Deportiva Las Palmas fue un muro pero la insistencia y la claridad de las llegadas dejan con un buen sabor de boca al entrenador del Real Madrid.

Dominio total

Otro de los motivos por los que Zidane se ha ido contento a Madrid es el dominio. El Real Madrid mereció llevarse los tres puntos. El juego pasaba por las botas de Kroos o Modric. Los laterales también estuvieron muy activos, tanto en defensa como en ataque.

En ningún momento el encuentro estuvo abierto. Quien viese el choque hubiera tenido claro los de Chamartín se llevarían la victoria porque controlaban el partido, tenían controlada la situación, pero arriba, la pólvora estaba mojada.

El equilibrio del equipo

El medio del campo y la defensa también cumplieron su función. Los de Setién llegaron pocas veces a la portería de Kiko Casilla. Generaron poco peligro, prácticamente no incomodaron a una defensa que agradó a Zidane.

No se disputó un partido roto, un encuentro de idas y vueltas, y eso fue debido al equilibrio entre las tres líneas con las que salió el entrenador del Real Madrid. Los delanteros generaron ocasiones, los encargados de defender, las evitaron.