Viernes 13: ¿por qué se considera que este día da mala suerte?
No importa qué tan en serio te lo tomes, seguro conoces las leyendas urbanas acerca del viernes 13. Después de todo, incluso se han grabado películas en las que abordan esta temática, y que no han hecho más que popularizar el hecho. Viernes 13: ¿por qué se considera que este día da mala suerte?
Y si a eso le sumamos que cada año, al menos una vez en el calendario, las fechas se las ingenian para darnos un viernes 13, y que los medios vuelven a reflotar el tema, entonces no queda duda alguna sobre su mala fama, aconsejándose no viajar, no casarse ni tomar grandes decisiones que traerán consecuencias durante esas horas.
¿Por qué viernes 13 dicen que da mala suerte?
Realmente no hay ninguna explicación científica que pueda afirmar que este día sea “malo”. Es uno más en el calendario, pero por cuestiones culturales e históricas se ha asociado a la mala suerte. Al igual que otras supersticiones, como romper un espejo, que se vuelque un salero o cruzarte un gato negro.
Como consecuencia, una gran cantidad de dinero se pierde en los negocios por las potenciales compras que no se realizan. Aunque también afecta a las personas en otras conductas. Por ejemplo, en Reino Unido los accidentes son más frecuentes que el resto del año un viernes 13. Algo curioso es la creencia en los países latinos del martes 13 como día de mala suerte. El próximo viernes 13 de 2017 será en octubre, siendo el siguiente en abril de 2018.
Claro que ese cierto temor que provoca la proximidad de un nuevo viernes 13 es una cosa moderna. Durante la antigüedad, casi nadie estaba pendiente de la llegada de esta fecha en particular, aunque sí podemos ver varios indicios que explican que tanto el viernes como el 13 eran poco queridos.
Una de las primeras señales de esa preocupación por el 13 fue la de Arnold Schoenberg, compositor austriaco-norteamericano que sufría triscaidecafobia (sí, miedo irracional al número 13), y que en muchas de sus obras lo omitía deliberadamente, reemplazándolo por el “12a”. Uno podría pensar que era algo exagerado… si no fuera porque falleció un fatídico viernes 13 de julio de 1951.
Por otro lado, el mundo está regido por el número 12, ya que tenemos 12 meses cada año, mismo número de signos del zodíaco, horas de la mañana y de la tarde/noche, 12 días de Navidad, y más. No resulta extraño que el 13 sea asociado automáticamente con lo que se tuerce de su camino.
¿Y qué pasa con el viernes?
En el caso del viernes, hay antecedentes suficientes para coincidir en que tampoco es el día más agraciado, independientemente de cuánto disfrutemos el final de la semana e inicio del fin de semana. Jesús fue crucificado un viernes, y era común entre los escritores de siglos pasados, aludir a él considerándolo de mala fortuna, como en los casos de George Chaucer y Robert Greene.
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