El truco de la ‘percha invertida’ con el que tu armario estará siempre ordenado


Muchas veces nos plantamos frente al armario con la sensación de que no tenemos absolutamente nada que ponernos. Sin embargo, la realidad es bien distinta: las perchas están llenas, los cajones ya no cierran y los estantes apenas pueden con tanto peso. ¿Cómo podemos decir eso si tenemos el armario hasta arriba?. Lo cierto es que esta percepción tan contradictoria es bastante común. Y aunque nos resistimos a aceptarlo, se confirma cuando toca hacer el cambio de armario cada temporada y volvemos a enfrentarnos al dilema de qué guardar y qué tirar. En este contexto, surge una herramienta sencilla pero poderosa: el truco de la percha invertida.
Katie Mortram, redactora en Good Housekeeping, probó esta técnica y compartió su experiencia con cifras incluidas. Después de varios meses, descubrió que de las 91 prendas que tenía (incluyendo zapatos y bolsos), sólo había utilizado 32. Es decir, apenas el 35% de su armario tenía un uso real. Ese número fue, en sus palabras, un «toque de atención». Mortram también descubrió que había prendas que utilizaba mucho más que otras. Por ejemplo, usó nueve de sus 13 vestidos, pero sólo uno de los 14 bolsos.
Así funciona el truco de la percha invertida
El método de la percha invertida propone un gesto simple pero eficaz: colgar todas las prendas en la misma dirección dentro del armario y, cada vez que uses una, devolverla a su lugar con la percha orientada al revés. Así, sin prisas ni complicaciones, con el paso de las semanas se dibuja un mapa muy claro de lo que realmente usas. Esto permite, con un simple vistazo, identificar qué prendas has ignoado durante meses.
Puede parecer una idea trivial, pero influye directamente en la manera en que entendemos nuestro consumo de moda. A menudo guardamos ropa por razones sentimentales, por si vuelve a estar de moda, o simplemente porque está «nueva». Sin embargo, esto impide que el armario sea funcional y esté alineado con nuestro estilo de vida actual. Este método ayuda a poner a prueba nuestras elecciones sin necesidad de tomar decisiones drásticas desde el primer día.
Este proceso es especialmente útil en una época en la que cada vez somos más conscientes del consumo responsable y la sostenibilidad. Tener un armario lleno de ropa que no usamos no sólo ocupa espacio físico, también carga emocional y, en muchos casos, implica un gasto innecesario. Revisar de manera objetiva qué prendas tienen un uso real nos permite tomar mejores decisiones a futuro.
Paso a paso
El cambio de armario es una gran oportunidad para aplicar el truco de la percha invertida.
- El primer paso esencial es sacar toda la ropa del armario. Esto te permite ver claramente lo que tienes, y también aprovechar para limpiar el interior. Al tener todo a la vista, es más fácil tomar decisiones y comenzar con un orden desde cero.
- Separa la ropa según la estación a la que pertenece. Deja fuera lo que no sea adecuado para la temporada actual y guarda lo que no usarás por unos meses. Así tendrás más espacio y orden, y evitarás acumular prendas que ocupan sitio innecesariamente.
- Antes de volver a guardar, analiza cada prenda. Pregúntate si realmente la usaste el año pasado, si te queda bien, si te gusta o si sigue reflejando tu estilo. Es el momento ideal para hacer una pequeña depuración antes de ordenar de nuevo.
- Organiza la ropa por tipo: camisetas, pantalones, vestidos, chaquetas, etc. Esto no sólo facilita encontrar lo que necesitas a diario, sino que también te ayudará más adelante a identificar patrones de uso gracias al truco de la percha invertida.
- Al colgar toda la ropa, asegúrate de que todas las perchas estén orientadas hacia el mismo lado. Este paso es clave para aplicar correctamente el truco de la percha invertida.
- Cada vez que te pongas una prenda y la devuelvas al armario, gira la percha hacia el lado contrario. Este pequeño gesto te ayudará a identificar qué ropa estás usando realmente.
- Cuando vayas a hacer el siguiente cambio de armario, observa qué prendas siguen con la percha en la posición original. Esas son las que no has usado en meses. Es el momento ideal para tomar decisiones más objetivas sobre si conservarlas o tirarlas. No se trata de tirar por tirar, pero sí de reflexionar. Puedes vender, donar o regalar esas prendas.
Para que este sistema funcione, hay que ser constante y tener paciencia. No es un método de resultados instantáneos, pero sí efectivos. A lo largo de los meses, irás viendo cómo se dibuja una imagen clara de tus hábitos. Y eso te permitirá tomar decisiones mejor fundamentadas. También es importante tener en cuenta factores como la estacionalidad. No se puede juzgar una prenda de abrigo en pleno agosto, ni unos shorts en diciembre. Pero si después de una temporada completa no la usaste, la señal es clara.