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La razón del porqué los huevos marrones son más caros que los blancos

La razón del porqué los huevos marrones con más caros que los blancos
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A la hora de escoger los huevos verás que no todos son iguales y además hay de diversos tamaños y precios. Un claro ejemplo son los diversos colores, ¿te has preguntado por qué los huevos marrones son más caros que los blancos y qué diferencias reales existen entre ellos?

Hablamos de una duda común que hemos tenido todos. Y conocer la respuesta te permitirá ahorrar dinero.

¿Por qué los huevos marrones son más caros?

La diferencia de precios entre los huevos blancos y los marrones, más caros, no se debe a simples cuestiones estéticas. Tampoco es que los huevos marrones sean de algún modo más generosos en cuanto a sus nutrientes o más bajos en colesterol que los blancos.

Lo curioso es que, de hecho, los marrones son absolutamente iguales que los blancos en el apartado nutritivo. Por lo tanto, no hay ninguna razón para preferir uno u otro.

¿A qué se debe esta distinción? El mayor coste de los huevos marrones se relaciona con el proceso por el cual se forman los huevos dentro de la gallina. Aunque comemos huevos regularmente, poco y nada sabemos de cómo se forman. Y la clave está en el último paso de este proceso.

Todos los óvulos comienzan dentro de un único ovario funcional de una gallina cuando se libera como yema. Posteriormente, la yema pasa al infundíbulo, denominación que se le da a la primera parte del oviducto. Allí debería ser fecundada, pero si no hay espermatozoides, la yema viaja al magnum, donde se forma la albúmina o «clara» del huevo alrededor. El huevo va a parar al istmo, donde se depositan más membranas antes de que avance directamente hacia el útero.

En el útero se endurece, pasando varias horas en las que se generan las capas blancas. Una vez que éstas se forman completamente, la ponedora de huevos blancos experimentará contracciones uterinas y eventualmente pondrá el huevo. Sin embargo, la ponedora de huevos marrones aún no habrá finalizado.

Justamente ese es el paso adicional que hace que sean blancos o marrones. Algunas gallinas «pintan» naturalmente los huevos antes de ponerlos.

¿Y qué tiene que ver eso con el precio? Para la creación diaria de este pigmento marrón hace falta energía. Por supuesto, como todos los animales los obtienen de los alimentos que comen, por ese motivo las gallinas que ponen huevos marrones son «más caras de mantener».

Esto explica por qué, cuando los huevos se volvieron un producto de consumo masivo, los blancos solían ser más populares que los marrones en los Estados Unidos y otros países.

La fama reciente de los huevos marrones es culpa del marketing. Hace una década o dos, empezó a rondar la idea de que las gallinas que ponían huevos marrones habían sido «mejor tratadas» que las que ponían huevos blancos. Y esa falsa expectativa de los compradores, que creían que apoyaban una industria más sostenible y menos agresiva con los animales, llevó a muchos a decantarse por los huevos marrones, aumentando su precio.

Frente a esta situación, a ciertos criadores no les quedó otra opción que adaptarse a la demanda del público. Los consumidores exigían únicamente huevos marrones en las tiendas, y poco a poco fueron sustituyendo unas gallinas por otras.

Obviamente, los costes adicionales de alimentación, llevados a una gigantesca escala, fueron trasladados a los propios consumidores. Aún así, la mayoría sigue prefiriendo los huevos marrones a los blancos.

Huevos marrones más caros, ¿y más nutritivos?

Pero más allá de su apariencia, lo que te llevas es lo mismo. El aporte nutricional de los huevos marrones y blancos no cambia en absoluto. Este superalimento, como lo definen los profesionales de la nutrición, aporta buena parte de las dosis recomendadas de vitaminas y minerales, sobre todo de vitaminas del grupo B.

Y si bien es cierto que tienen un alto contenido de colesterol -un solo huevo contiene 186 mg-, es importante recordar que la presencia de colesterol en la dieta no implica que los niveles de colesterol en sangre se disparen, ni mucho menos que vayas a desarrollar alguna enfermedad cardíaca.

Muchos factores son influyentes en este sentido, y comer huevos es sólo uno de ellos. Si tu hígado funciona bien, no deberías tener mayores problemas.

Entre las propiedades y los beneficios del huevo, la OCU destaca que «tanto la clara como la yema contienen una parte sustancial de proteínas de alto valor». Respecto a la cantidad de huevos que puedes comer a la semana, no hay una indicación precisa.

Come de 1 a 3 huevos diarios como parte de una dieta que esté supervisada, y que incluya exámenes físicos regulares. Eso sí, procura que no sean huevos fritos porque, en ese caso, el aceite anulará algunas de sus ventajas.

Y lo que acompaña los huevos también es importante porque si son fiambres, ultraprocesados o alimentos con mucha sal entonces los huevos ya no serán tan saludables.

 

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