Fritz Haarmann, así fue el asesino en serie alemán
Haarmann pasó a la historia como el hombre lobo de Hanover, por la brutalidad de sus crímenes.
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En la historia de los asesinos en serie, muchos son los nombres conocidos por todos, entre los que destacan algunos como el Jack El Destripador, mientras otros son algo más desconocidos por la mayoría. Es el caso de Fritz Haarmann, asesino en serie alemán que pasaría a la historia como el hombre lobo de Hanover, por la brutalidad de sus crímenes.
Fritz Haarmann, el asesino en serie alemán
Fritz Haarmann (Hannover, 25 de octubre de 1879 – 15 de abril de 1925) se hizo tristemente famoso por ser un psicópata alemán que se ejecutó al ser el causante del asesinato probado de 27 adolescentes alemanes, atribuyéndose más de un centenar de víctimas. Vamos a acercarnos más a la figura de este monstruo que tanto horror causó.
A este hombre se le conoció también como «El carnicero» o «El vampiro de Hannover», el cual nació en esta ciudad germana. Proveniente de una familia desestructurada, sus padres fueron alcohólicos y eran protagonistas de enfrentamientos que terminaban en agresión física.
Fritz era el menor de seis hijos. De niño era introvertido y solitario, solo se sentía cómodo con sus hermanos. Le gustaba jugar con las muñecas de sus hermanas, vestido con sus ropas. Tenía una actitud afeminada y pasión por la costura y el bordado. Su particular forma de ser no pasaba desapercibida en casa, donde era protegido y mimado, y fuera, donde era mirado con recelo.
Su madre también llegó a tratarle como una niña, dejando que se vistiera con ropa femenina. Todo ello enfurecía a su padre, que lo solía golpear cuando le veía así. Todo ello hizo que sus hermanas abandonaran pronto la casa familiar.
En 1886, Fritz comenzó la escuela. Los maestros lo consideraban mimado y distraído, propenso a soñar despierto. Sin embargo, parecía que su actitud iba cambiando con el tiempo hasta el punto de comportarse de manera ejemplar, pero a pesar de ello su rendimiento académico fue inferior al de sus demás compañeros. Terminó la escuela en 1894, con el consentimiento de sus padres. Mientras tanto, se había convertido en un joven muy fuerte y apuesto. Después de la escuela comenzó a trabajar como aprendiz de herrero y luego se matriculó en la academia militar en la ciudad de Breisach, pero no tuve mucho éxito.
Su historia criminal
La actividad de Fritz como asesino en serie duró desde 1919 hasta 1924.Pero mucho antes ya tuvo problemas con la policía. Con sólo 17 años le fichó la policía por el acoso a adolescentes. Sin embargo, no es hasta 1919, cuando contaba con 40 años cuando cometió su primer crimen, siendo la víctima Friedel Rothe. Su modus operandi era el de ir a la estación de autobuses de Hanover, donde decenas de chicos iban esperando trabajo. Esto lo aprovechaban prometiéndoles trabajo y comida.
Entre sus víctimas también hubo jóvenes vagabundos, adictos a la prostitución, que deambulaban por las estaciones de tren. Los atraía con la ayuda de Hans Grans, un joven ladrón y prostituto, amante inquebrantable y conviviente.
La víctima era atraída al apartamento de la pareja y allí, Fritz, los mordía en la garganta en un acto de frenesí sexual, cortándoles la carótida y la tranquea. Todo ello lo hacía junto a su amante, Grans.
No se sabe exactamente qué hacía con los cuerpos. Se corrió la voz de que vendía la carne de sus víctimas en el mercado negro, haciéndola pasar por carne de cerdo o de caballo, pero no había pruebas para confirmar esta hipótesis. Lo que sí se sabe por es que la ropa la vendía Hans en el mercado y los huesos los regalaba asegurando que eran de caballo, aunque el tamaño y la blancura despertaron las sospechas de los vecinos. Todo esto hizo que terminara arrojando los huesos al río Leine.
Acción de la justicia
Después de que la atrapara la policía, unos niños encontraron una calavera en el río. Las autoridades ordenaron su dragado y encontraron muchos restos óseos. El cerco se estrechó y volvió a ser detenido, terminando por confesar los crímenes. Fritz Haarmann confesó sus crímenes, admitiendo haber matado y practicad canibalismo con cerca de 40 niños.
El juicio se convirtió inmediatamente en un verdadero acontecimiento mediático. La prensa y las autoridades definieron a Fritz como el hombre lobo de Hannover. Fue etiquetado como un verdadero psicópata, un depredador sexual.
El joven Hans siempre mantuvo su extrañeza ante todos los asesinatos. Dijo que su única implicación estaba relacionada con la venta de la ropa que le regalaba su pareja, pero de la que desconocía el origen. Durante su declaración, Fritz denunció a su joven amante y convenció al jurado de que, de hecho, Hans había desempeñado un papel activo en todos los asesinatos.
Finalmente, Fritz Haarmann fue condenado a 24 penas de muerte, una por cada asesinato cometido. En 1925 fue decapitado. El asesino en serie más temido de Hannover no solicitó clemencia y tampoco se arrepintió de sus crímenes. De hecho, confesó que sentía que alguien desconocido tomaba posesión de su cuerpo incitándole a matar.
La última voluntad que tuvo fue que en su lápida se incribiera «Aquí yace el exterminador». A su compaero Hans Grans se le condenó a cadena perpetua, conmutándosele por 12 años de cárcel. Llegó a estar preso en un campo de concentración hasta el final de la Guerra Mundial. Después se cambió el nombre, casándose y falleciendo en Hannover en 1980. Así terminó la extraña historia del hombre lobo de Hanover y su joven amante.
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