Ni roscón ni mantecado: éste es el dulce navideño que recomiendan los expertos en salud

¿Cuál es el dulce navideño más saludable? La Navidad es una época en la que las tradiciones cobran un protagonismo especial, y la gastronomía ocupa un lugar central en estas festividades. En España, los dulces navideños como el turrón, el mazapán, los polvorones, los mantecados y el roscón de reyes forman parte esencial de las celebraciones. Sin embargo, el consumo de estos productos no solo es una delicia para el paladar, sino también una fuente de preocupación para quienes intentan cuidar su salud y peso. Según datos del Informe de Consumo Alimentario en España 2023, cada español consume en promedio 700 gramos de productos navideños durante diciembre y enero, un exceso que se refleja en un aumento de entre dos y cuatro kilos de peso en estas fechas.

Ante este panorama, los expertos en nutrición destacan la importancia de disfrutar estos alimentos con moderación y de optar por las opciones menos perjudiciales para la salud. Si bien todos los dulces navideños tienen un alto contenido calórico, su impacto en el organismo varía dependiendo de los ingredientes. Algunos, como los frutos secos, el aceite de oliva y el cacao, son considerados más saludables debido a sus propiedades nutricionales. En este sentido, conocer la composición de los dulces y aprender a elegir opciones más equilibradas es clave para disfrutar las fiestas sin excesos.

El dulce navideño más saludable

Los dulces navideños tradicionales se caracterizan por una base común de ingredientes que incluyen frutos secos, azúcar, harina, miel, manteca de cerdo y huevos. A estos se suman condimentos como canela, ralladura de cítricos y anís, además de elementos decorativos como frutas confitadas o cabello de ángel.

Uno de los más populares es el turrón, que se elabora principalmente con almendras, miel y azúcar. Sus dos variantes tradicionales son el turrón de Alicante, de textura dura y con almendras enteras, y el turrón de Jijona, más blando y cremoso. Por otro lado, el mazapán, elaborado con almendra molida, azúcar y huevo, el mazapán es moldeado en diversas formas y ligeramente horneado, o presentado en tabletas similares al turrón.

El polvorón y el mantecado se preparan con harina, azúcar y manteca de cerdo, aunque el polvorón tiene una textura más desmenuzable, mientras que el mantecado es más compacto y puede incluir sabores adicionales como chocolate o limón. Finalmente, el roscón de reyes, un bollo decorado con frutas confitadas y azúcar suele estar relleno de nata o crema, y es una tradición el 6 de enero.

Los ingredientes son clave

En términos de salud, no todos los dulces navideños son iguales. Según los expertos, aquellos elaborados con almendras y aceite de oliva, como el turrón y el mazapán, son las opciones más saludables debido a su contenido en grasas cardiosaludables. Además, las versiones de turrón con chocolate negro (más del 70% de cacao) destacan por su aporte de antioxidantes y minerales. En contraste, los polvorones y mantecados, elaborados con manteca de cerdo, harina refinada y azúcares, se consideran menos saludables por su alto contenido en grasas saturadas y calorías.

Un dato interesante es que, aunque el aporte calórico es un factor importante a la hora de elegir un dulce navideño, los expertos insisten en que lo esencial es la calidad de los ingredientes. Por ejemplo, las grasas provenientes de frutos secos tienen un efecto beneficioso en el organismo, mientras que las saturadas pueden incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el tamaño de las porciones influye considerablemente: una porción de turrón o mazapán pesa entre 20 y 25 gramos, mientras que un trozo de roscón o panettone puede superar los 75 gramos.

Cómo disfrutar de los dulces sin excesos

Para mantener un equilibrio durante las fiestas, los nutricionistas dan algunos consejos simples pero efectivos. En primer lugar, es fundamental comer con moderación, evitando el consumo excesivo de dulces en una sola comida. Optar por productos de calidad, preferiblemente caseros o con bajo contenido de azúcar, puede marcar una gran diferencia. Asimismo, es recomendable complementar las comidas navideñas con opciones más ligeras y hacer ejercicio, como por ejemplo paseos diarios en familia.

Asimismo, es fundamental ser consciente de las etiquetas nutricionales, especialmente en los productos industriales. Elegir aquellos con menos ingredientes artificiales y una proporción equilibrada de grasas y azúcares puede contribuir a un consumo más saludable. Finalmente, mantener un enfoque equilibrado hacia la alimentación, disfrutando de los sabores navideños sin caer en sentimientos de culpa, es fundamental para vivir las fiestas con alegría.

En resumen, la Navidad es una época para celebrar, compartir y disfrutar de la tradición, y los dulces son una parte esencial de esta experiencia. Sin embargo, es posible encontrar un equilibrio entre el placer gastronómico y la salud, optando por las alternativas más saludables y moderando las cantidades. Así, podremos disfrutar de los sabores únicos de un buen dulce navideño sin comprometer nuestro bienestar. Al final, lo importante no es sólo lo que comemos, sino cómo lo hacemos: con conciencia y un enfoque equilibrado.