Edad Media

Ni damas ni ajedrez: el juego más popular de la Edad Media todavía existe y casi no ha sufrido cambios

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Carta.
  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Algunos siguen planteando la Edad Media como una etapa oscura de la historia, pero la realidad es que trajo muchos avances y las personas también tenían momentos para la diversión.

De hecho, en esa época había juegos muy populares, que han perdurado casi sin cambios hasta nuestros días: uno de los más famosos eran los de cartas o naipes.

A diferencia de otros como el ajedrez, eran mucho más asequibles y era muy común encontrar a gente de toda condición social jugando. Por ello, las cartas triunfaban tanto en los castillos como en las tabernas medievales.

¿Por qué las cartas fueron el juego de moda en la Edad Media?

El factor principal por el que las cartas triunfaron en la Edad Media fue la versatilidad. Otros como el ajedrez requerían una gran preparación táctica, contar con un tablero y piezas mucho más elaboradas.

En cambio, las cartas eran fáciles de transportar, podían esconderse si era necesario, la fabricación era más sencilla y casi cualquier persona podía entender las normas. Además, era mucho más sencillo poder apostar.

Esto permitió que los naipes en la Edad Media no sólo fueran famosos entre nobles, sino que los plebeyos también pudieran jugar. Eso hizo de las partidas de cartas un espectáculo habitual, donde se competía por mero entretenimiento o por apuestas.

¿Los juegos de cartas en la Edad Media eran iguales que ahora?

Las barajas medievales no eran iguales que ahora, pero la esencia del juego era la misma. En esa época debían elaborarse de forma artesanal, por lo que el número y los símbolos variaban en cada región.

Por ejemplo, algunas barajas tenían cuatro palos y otras cinco. Como símbolos se usaban tanto figuras mitológicas como religiosas. Hubo que esperar hasta el siglo XIV para que empezase a estandarizarse.

De ese periodo nació el modelo más famoso que tenemos en España hoy en día con oros, espadas copas y bastos. O, en el mundo francés, los corazones, diamantes, picas y tréboles.

Algunos de los juegos medievales consistían en ganar bazas, engañar al rival con faroles o contar puntos, alguno muy similar a lo que tenemos hoy en día. De hecho, hay modalidades que son casi las mismas.

Es el caso del póker medieval o póker mentiroso, que también puede jugarse con dados, o el tarot, que en un inicio no tenía ese componente esotérico.

¿Por qué casi nadie reconocía que jugaba a las cartas en el medievo?

Aunque era el juego de mesa más popular en la Edad Media, no todo el mundo reconocía que jugaba a las cartas, sobre todo si pertenecía a las clases más pudientes o al clero.

La Iglesia medieval condenó en muchísimas ocasiones los juegos de azar por considerarlos una distracción de los deberos diarios y un fomento innecesario del vicio.

Eso provocó que en muchos lugares llegase a prohibirse el juego en zonas públicas, pero sólo hizo que aumentar su presencia de forma clandestina y jamás se pudieron erradicar.

Pensar en prohibirlo era una quimera, ya que la sencillez del juego hacía que fuera casi imposible su control. Cualquier campesino podía llevar unas cartas y esconderlas rápidamente si notaba algún peligro.

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