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Esta es la peculiar forma de volver a casa de muchos trabajadores de la ciudad suiza de Berna

Esta es la peculiar forma de volver a casa de muchos trabajadores de la ciudad suiza de Berna
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Allá por el siglo XII, cuenta la leyenda que el duque Bertoldo V de Zaehringer fundó la ciudad de Berna y decidió nombrarla según el primer animal que cazara. Inicialmente, fue un conejo, pero la elección no fue satisfactoria, así que se corrigió con la caza de un oso, bär en alemán, dando origen al nombre actual.

Berna no es una ciudad común, y su encanto se refleja en cada calle, plaza y museo. Designada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, la capital suiza es el testimonio de la historia y la vibrante esencia de la región. Johann Wolfgang von Goethe, en 1779, la describió como «el lugar más hermoso que hemos visto jamás».

Así vuelven a casa en Berna

En relación con la capital suiza, se ha hecho viral en Instagram un vídeo que muestra la forma tan peculiar en la que algunos trabajadores vuelven a casa después del trabajo. No lo hacen en transporte público ni en bicicleta, sino que, por increíble que parezca, se lanzan al agua y se dejan llevar por la corriente. Para que sus pertenencias no se estropeen, simplemente las meten en bolsas impermeables.

 

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«Sólo tuve unos 30 segundos caminando desde mi oficina hasta el río», explicó la residente local Evelyn Schneider-Reyes, al periódico ‘Le News’. «Tenía una ‘bolsa Aare’, donde guardaba toda mi ropa, mi teléfono inteligente, mi billetera y mis zapatos. Me puse el traje de baño y nadé hasta casa», añadió. En total, el viaje le lleva unos 15 minutos en el agua, según dijo al medio de comunicación local.

Descendiendo desde los Alpes berneses a 1.900 metros de altitud, el río Aar traza su curso desde el centro hasta el norte de la Suiza septentrional. A lo largo de sus 291 km, atraviesa municipios de lengua alemana y, en su recorrido, pasa por las ciudades de Interlaken y Thun antes de llegar a la capital suiza, Berna. Finalmente, desemboca en el Rin, cerca de la ciudad alemana de Waldshut. Con 1565 metros de descenso en su trayecto, el río Aar es reconocido como el principal río de Suiza y es navegable desde Thun.

Así es vivir en la capital suiza

Berna, la capital de Suiza se caracteriza por su limpieza y organización, lo que contribuye a una vida tranquila y relajada. La hospitalidad y amabilidad de sus habitantes facilitan la adaptación a la cultura local.

La ciudad enorgullece de una rica oferta cultural, con festivales de música y arte a lo largo del año. Además, su reputación de seguridad y baja incidencia delictiva la convierte en un lugar agradable para vivir.

La gastronomía local incluye platos tradicionales como el fondue y la raclette, pero la ciudad también cuenta con una amplia variedad de restaurantes internacionales. Los mercados ofrecen productos frescos y de calidad, enriqueciendo la experiencia culinaria.

Berna brinda oportunidades para actividades al aire libre, desde rutas de senderismo y ciclismo hasta deportes acuáticos en el río Aare. En conjunto, la ciudad ofrece una calidad de vida excepcional, fusionando cultura, gastronomía y actividades deportivas en un entorno seguro y atractivo.

Aunque el coste de vida en Berna puede ser elevado, la calidad de vida que ofrece es incomparable. Las viviendas son altamente codiciadas, y su valor se atribuye a la belleza arquitectónica y las vistas impresionantes.

Destaca como un centro de oportunidades laborales en sectores como finanzas, tecnología y turismo. Los servicios de salud en la ciudad son de excelente calidad, asegurando una atención médica superior para sus residentes.

Asimismo, la moderna y eficiente infraestructura de Berna se refleja en su red de transporte público de primera categoría. Los ciudadanos disfrutan de desplazamientos rápidos a cualquier parte de la ciudad, respaldados por una excelente red de ciclovías que fomenta la movilidad saludable y segura.

Lugares de interés

Descubrir Berna es adentrarse en un cuento medieval, donde cada rincón cuenta una historia fascinante. Comenzando por el Jardín de las Rosas, un oasis de serenidad con más de 200 variedades de rosas que ofrece vistas panorámicas de los tejados rojos del casco antiguo.

La Calle Kramgasse, corazón del centro histórico, despliega su encanto con edificios medievales y curiosas puertas de madera que revelan antiguos almacenes convertidos en bares y tiendas. Siguiendo la ruta, la imponente Torre del Reloj, testigo del tiempo desde 1256, muestra un carillón que cobra vida antes de cada hora.

La majestuosa Catedral de Berna, la más alta de Suiza, invita a subir sus 312 escalones para contemplar vistas que abrazan desde el casco histórico hasta los picos nevados de los Alpes.

Mientras, el Ayuntamiento, joya del gótico tardío, domina la Postgasse, siendo el epicentro administrativo de la ciudad desde 1416. Por su parte, el Palacio Federal de Suiza, con su cúpula de cobre y paredes verde turquesa, es testigo de la capitalidad de Berna desde 1848.

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